El hijo de Isabel Pantoja disfrutó de su primer chapuzón en el mar durante unas vacaciones exprés para olvidarse de sus problemas familiares.
En medio de la guerra que mantiene con su madre Isabel Pantoja, Kiko Rivera ha decidido olvidarse de sus problemas por unos días con una escapada familiar a la costa gaditana con su mujer, Irene Rosales, sus hijas Ana y Carlota, y unos íntimos amigos. Mostrando su lado más divertido y distendido con amigos, el Dj pasó gran parte de la jornada jugando a la pelota y compartiendo risas y bromas a la orilla del mar con las personas que le están apoyando en uno de sus peores momentos.
Tras el juego, Kiko disfrutó de un divertido baño en el que jugó con las olas a pesar de la baja temperatura del agua en estas fechas. Dejando de lado cualquier complejo, el artista se zambulló en el agua sufriendo un pequeño descuido con el bañador con el que dejó parte del trasero al descubierto.
Finalmente, Irene Rosales también se unió al plan playero junto a sus hijas Ana y Carlota, que cargaron con una mochilita en la que llevaban sus juguetes. En todo momento al lado de su madre, las niñas demostraron felicidad por disfrutar de la playa alejadas del enfrentamiento familiar de su padre con su abuela.
Durante la jornada Kiko demostró que es un papá muy cariñoso con sus hijas con las que se derritió en muestras de cariño. Compartiendo con ellas juegos y confidencias, Irene fue la encargada de ponerle la protección solar a sus hijas mientras que el Dj prefirió meterse al agua con ellas para jugar con las olas. Lejos de mostrarse en biquini por su reciente operación de pecho, la colaboradora de ‘Viva la vida’ lució mono en color beige con el que estuvo muy cómoda y pudo broncearse en los primeros días de calor.