Para cerrar su agenda oficial de una semana que ha sido especialmente ajetreada y en la que nos ha regalado looks sobresalientes – con su falda de estreno blanca de Adolfo Domínguez y su espectacular traje de pantalón rojo de Roberto Torreta – la Reina Letizia ha acudido este viernes a la presentación del «Grupo de trabajo sobre el papel de la mujer en la internacionalización de la economía española», junto a la ministra de Igualdad Irene Montero.
Aparcando los trajes con los que suele acudir a este tipo de actos de corte profesional gracias a los que se ha convertido en el principal exponente del estilismo estilo working girl – que luce como nadie – esta mañana la Reina ha preferido presumir de piernas con un vestido que, aunque rescatado de su impresionante vestidor, se nos había olvidado completamente, puesto que no lo ha llevado en los últimos tiempos en ninguna ocasión.
Un vestido vaquero que estrenó en 2018, protagonizando una coincidencia de estilo con Meghan Markle a kilómetros de distancia, puesto que a la vez que Doña Letizia acaparaba todas las miradas en Oviedo, la mujer del Príncipe Harry hacía lo propio en Londres jurante una jornada en el polo.
Un modelo de corte camisero con puños acampanados en tejido denim de una de sus firmas de cabecera, Hugo Boss, al que hoy con sutiles cambios en sus complementos ha dado una segunda vida que… ¡Nos ha encantado!
Apostando por dejar todo el protagonismo a su vestido, Doña Letizia ha elegido complementos discretos en color nude. Un cinturón de piel – con el que ha logrado un claro efecto fit marcando cintura – y unos zapatos acharolados de Lodi en el mismo color. Con la melena suelta y presumiendo de canas, la Reina ha vuelto a lucir, además, sus pendientes largos de colores, de la marca Tous, que le hemos visto en incontables ocasiones desde su estreno en el año 2014, y que este viernes han puesto la nota de color a su sencillo pero eficaz outfit.