El paso de la pandemia ha sido catastrófico, severo, trágico y un sinfín de adjetivos más por el cual se le podría describir. Pero como toda situación, hay que analizarla con cabeza fría y pensar en las nuevas dinámicas que nos ofrecerá para la vida. Por supuesto, pensaremos en el teletrabajo, en la educación a distancia, en la realización de eventos masivos, en la planificación sanitaria… entre muchas otras cosas. Pero no podemos dejar de lado un elemento súper importante (¡y cómo hacerlo si constituye la base de nuestras relaciones sociales!), que es el de encontrar pareja.
Encontrar el Amor tras la Pandemia
Como seres sociales que somos, el tema de la pandemia ha mermado en gran medida lo que son las formas de encontrarse. Si bien con la era digital ya habría venido un vuelco gigante con respecto a las formas de encontrar pareja, esta pandemia constituye a su vez una oportunidad para reacomodar los convencionalismos en lo que se refiere a encontrar un match ideal. Aún durante la pandemia quedan esos remanentes de un ligue espontáneo en un bar abierto a medias, o encuentros a partir de los conocidos de un amigo, pero sin dudas hay nuevas tendencias dominantes en el concepto de encontrar una pareja ideal.
Tendremos en principio consejos para encontrar webs de citas en numerosos sitios a los que podemos acceder a través de espacios de reseñas como es.collected.reviews. La vida también nos instruirá un poco: solicitudes de seguimiento rechazadas, ausencia de followbacks en redes sociales… vaya que son aleccionadoras también. Pero no caben dudas de algo: estamos transformando las nociones que tenemos sobre el proceso para encontrar pareja.
Con el surgimiento de la pandemia supimos, en primer lugar, que implicaría quedarnos en casa. Pasamos de esperar unas semanas a meses, de meses a calcular en cuántos años lograremos restablecer esa normalidad a la cual estábamos acostumbrados. Quizá esto último sea un poco estéril, ya que por más reversibles que sean muchas situaciones, la manera en que concebimos ciertas cosas podrían haber llegado a un punto de no retorno, y eso hay que valorarlo y abrazarlo como a muchas otras cosas. Ojo, ¡estas no son malas noticias!
La pandemia ha logrado que muchas personas consideren el tema de la salud por encima de muchas otras cosas. La higiene ha jugado un gran papel en la forma de evadir los efectos del coronavirus, y las encuestas señalan datos contundentes. De hecho, la Healthy Handwashing Survey™ recogió que antes de la pandemia, sólo el 37% de los estadounidenses se lavaban las manos seis o más veces al día. Para enero de 2021, el 57% de los estadounidenses lo hacían en esta misma medida, denotando una gran atención sobre la higiene.
Esto, por supuesto, también refleja un gran impacto en las relaciones sociales, donde las personas quizá sean un poco menos amenas frente a grupos de varias personas y por ende menos propensas a establecer contacto directo con un potencial interés romántico. No obstante, los intereses son intereses, y hay formas en las que esto ha mutado.
Podremos identificar fenómenos nuevos como la disminución radical de las one-night stands, o muy sutilmente esas salidas para sexo en una sola noche. De hecho, tomando otra encuesta como ejemplo, lanzada por OK Cupid, reveló que el 85% de los entrevistados consideraba más importante desarrollar una conexión emocional que una física, además de una fuerte disminución del 20% de los que buscaban sexo de una noche.
También es muy interesante atender a las formas de interacción “cara a cara” como lo son las videollamadas, función que de hecho fue incorporada a la famosa app de buscar parejas, Tinder, la cual aumentó en casi un 70% desde octubre a nivel mundial. Parece, entonces, que los encuentros físicos y sexuales han sido desplazados a un segundo plano, y que la gente en general no ha reparado de mala forma en ello, pues ha encontrado una manera de adaptar sus relaciones amorosas, nuevas o que han perdurado con los años, a las nuevas dinámicas sociales que ofrece esta pandemia y su impacto general.
Los ejecutivos de las empresas que desarrollan las apps de citas virtuales prevén que muchos de los usuarios, quizá aproximados a la mitad, encontrarán en estas aplicaciones una nueva forma de vivir sus relaciones, y que después del paso de la pandemia la mantendrán. Parece que la afectividad ha quedado en un primer plano y su forma de manifestarla ha mutado, sin lugar a dudas. La vida, poco a poco, nos enseñará a ver cómo será ligar en la post-pandemia.