A pesar de su juventud, María de Jaime y Tomás Páramo se han convertido en uno de los matrimonios más queridos del panorama nacional acumulando miles de seguidores en sus redes sociales donde comparten su día a día junto a su hijo Tomy y la pequeña Catalina. La llegada de la niña el pasado 7 de abril en el Hospital Quirón Salud San José de Madrid no fue tan idílica como habían imaginado debido a que la pequeña tuvo que quedarse ingresada, esta misma tarde la niña recibía el alta y volvía a casa con sus padres.
Con el contexto del nacimiento de su segunda hija, Tomás Páramo compartió inmediatamente en sus redes sociales: «4,055 kg de amor y 56 cm de auténtica felicidad». «Se quedará unos días más aquí en observación para tratar de evitar cualquier problema que pueda tener», explicaba el papá volviendo a casa sin su hija en brazos y aclarando: «Es muy pequeña y, cuando le dan los espasmos del llanto, le baja mucho la saturación del oxígeno. Si eso no está controlado, puede derivar en un problema mayor».
Como cualquier otros papás, ambos se tuvieron que marchar a casa muy preocupados por su hija pero llenos de esperanza y fe de que en pocos días podrían estar todos juntos, un deseo que por fin se ha hecho realidad. «Quizá estos días no estemos tan activos por aquí. No será señal de que algo vaya mal, simplemente que estamos algo bajos de ánimo» explicó el influencer en su cuenta de Instagram siendo de lo más sincero.
Tras unos días de incertidumbre y especialmente complicados, la pareja salía del hospital ya con su hija en brazos y explicando: «Han sido días largos, pero nos vamos con la niña como una pura y con la tranquilidad de que todo está bien. Lo primero que quieres es salir con tu niña y cuando sales con los brazos vacíos se te parte el alma, al final esto son cosas de la vida y no todo es perfecto. Siempre hay que saber lidiar con las cosas como viene y gracias a Dios que se ha quedado en un susto». Sobre si los dos embarazos que ha tenido se han parecido, María confiesa: «Han sido dos embarazos muy distintos por la situación, pero los dos los he disfrutado un montón, lo único este último contratiempo, decíamos demasiado bien estaba yendo todo».
Llenos de amor hacia la recién llegada pero también hacia su hijo mayor, María reconocía que el amor por sus hijos se ha multiplicado, algo difícil de entender antes de su llegada: «Es increíble cómo el amor se multiplica por los hijos, siempre era una duda que teníamos, decíamos cómo vamos a querer a alguien igual que a nuestro primer hijo, el amor se multiplica«. Con muchas ganas de que el encuentro entre los dos hermanos se produjera, María comentó que seguramente habrá celos entre ellos porque es algo normal aunque han hecho partícipe a su hijo de todo: «Por ahora está muy contento y con muchas ganas, siempre hay celos y habrá pero le estamos haciendo muy participe, hermano mayor, es muy importante su papel»