Muy discreta con la vida personal de su hija, Marisa Vicario prefiere mantenerse al margen de la resolución de la Audiencia Provincial de Barcelona. En ella, se le da la razón a Arantxa Sánchez Vicario en la batalla judicial que mantiene desde hace tres años con el que fuera su marido Josep Santacana.
«Mire no voy a decir nada, por favor» ha contestado Marisa al encontrarse con la prensa. Con esta sentencia, la extenista ha logrado que su proceso de divorcio pueda tramitarse en Miami como pedía ella y no en España como solicitaba el empresario.
Aunque Arantxa está feliz con esta decisión, Santacana aún podría plantear un recurso de casación al Tribunal Supremo o al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Ante esta nueva decisión, hay que recordar que el Santacana solicitó inicialmente el divorcio en Miami. Pero retiró la demanda para presentarla en marzo de 2019 en el Juzgado número 2 de Esplugas de Llobregat, localidad donde tenían fijado su domicilio de casados.
Que el divorcio se lleve a cabo en un país o en otro conlleva una cuestión económica muy significativa para ambas partes. Al disolverse el matrimonio en España entraría en vigor el acuerdo de separación de bienes que ambos firmaron antes de casarse. Pero ese acuerdo no es válido en Estados Unidos, de ahí el interés de Santacana de que el caso se resolviera en nuestro país.