Kiko Rivera vuelve a conceder una entrevista en exclusiva para Lecturas donde se abre en canal para dar donde más le duele a su madre, los 3 años de cárcel que solicita la fiscalía por un presunto delito de insolvencia punible y su posible ingreso en prisión. Un lugar que la tonadillera no quisiera volver a pisar pero que según su hijo le vendría muy bien para separarse del que es «su veneno», Agustín Pantoja. Además, arremete contra una familia que no está en los momentos en los que se la necesita. «Tíos, primos, hermanos, ¿dónde están?», se pregunta. Su decepción es mayúscula y se refugia en el hogar que ha creado junto a Irene Rosales y sus hijas. Mientras, busca respuestas acerca de quién sería su verdadero padre, Paquirri o el doctor Cariñanos, algo que hubiera preferido se quedara en el lado de su vida privada, de su intimidad.