El pasado martes Kiko y Diego Matamoros evidenciaron en el plató de ‘Sálvame’ el enfado familiar por los supuestos privilegios que han disfrutado personajes como Gloria Camila o Bigote Arrocet. Recuerden que Laura Matamoros no ha disfrutado ni de las llamadas ni las sorpresas de ambos, quizás en parte porque el show televisivo y la audiencia exigía que los personajes con más peso mediático tuviesen más presencia en prime-time. Pero Kiko Matamoros, que barrunta que la pareja Gloria Camila-Kiko son el mayor obstáculo para que su hija se alce con el triunfo, está dispuesto a dar batalla. Recuerden que Laura está nominada para este jueves contra Bigote Arrocet, respaldada este domingo por María Teresa, y contra Kiko Jiménez, al que pese a sus grietas en el carácter se le presume cierto tirón por su novia. Por eso Matamoros señaló que se negó este domingo a entrar telefónicamente en ‘El Debate de Supervivientes’ «porque no quería blanquear sepulcros».
Es decir, porque no se iba a prestar a hablar dos minutos cuando María Teresa fue el centro de atención, sirviéndole como excusa a la comunicadora malagueña, que dice que no tiene programa ni redes sociales para defender a su novio. Kiko y Diego tampoco están contentos con la organización del concurso ya que al primero le llegó por boca de Mila Ximénez que se había dicho que se negaba a participar en el reality-show desde Madrid porque pretendía cobrar y los defensores van gratis.
Pero el tertuliano señaló que iría nadando a Honduras con tal de ayudar a su hija, a la que de poco le sirvió según Diego la empalagosa llamada de su novio Benji. «Yo soy más de Oliver», señalaba con ironía Kiko, muestra de que el cocinero no goza de predicamento en su casa. Diego también confirmó que tenía cierta tensión con ‘Supervivientes’ porque se había enterado que su hermana tuvo que firmar un contrato en el que el concurso exigía su presencia todas las noches que hubiese gala y gratis total, a lo que él, ausente habitualmente los martes, se negó.
Padre e hijo, normalmente distanciados, ayer ejecutaron una pinza llena de dardos llenos de ironía contra las Campos, con las que Kiko tiene feeling de forma habitual, y especialmente contra Gloria Camila, que ha recibido tres llamadas, una visita y disfruta en pack de su experiencia junto a su novio, cumpleañero reciente con el que disfrutó de un paseo en barca, una tarta y una ansiada hora sin cámaras. No sabemos quién saldrá este jueves, pero seguramente Gloria Camila, en el centro de todas las miradas, deba explicar porque señaló hace unos días, sin ser consciente que la grababan, que odiaba a todos sus compañeros. Y Kiko quizás tenga un careo con Alba y Paola después de que el andaluz pillase a ambas denunciando su comportamiento respecto a ellas, hecho que le llevó a romper a llorar al sentir que lo tildaban de «maltratador psicológico». La calidad del menú está asegurado para la gala semanal, en la que caerá un pez gordo.