Tras una larga temporada desaparecida públicamente y alejada de Isa Pantoja, Dulce ha regresado al Puerto de Santa María con su niña y ha sido la encargada de llevar orgullosa al pequeño Alberto, que este domingo cumplió 7 años y de quien es madrina, al colegio.
La exniñera y mano derecha de Isabel Pantoja, que ha atravesado por algunos problemas de salud, ha salido al paso de las declaraciones de Fosky asegurando que Agustín Pantoja y doña Ana maltrataban verbalmente a Isa y en alguna ocasión la habrían dejado durmiendo fuera de casa aprovechando la ausencia de la tonadillera. Unas afirmaciones que Dulce desmiente tajantemente.
– Hola Dulce, que alegría verte. Cuanto tiempo
– «Hola ¿qué hay? Muy bien, gracias»
– Has podido disfrutar del cumpleaños de Albertito
– «Sí, muchísimo, muchísimo. Gracias»
– Hacía mucho tiempo que no te veíamos por aquí. ¿Todo bien?
– «He estado convaleciente»
– ¿Y cómo estás?
– «Estoy un poquito mejor»
– ¿Algo grave? Bueno si estás bien es que no es nada grave ¿no?
– «Sí, estoy bien. Gracias. Me he tenido que operar y demás pero ya estoy mejor.»
– ¿Contenta con la unión de Isa y Kiko que se ve arropada por su hermano después de tanto tiempo?
– «Por supuesto. Encantada. Está muy arropada.»
– ¿Estás ayudando tú a Isa con la boda ya que ella echa de menos que su madre lo haga?
– «Ahí está ella. Hay mucho tiempo para eso. Ahí está, porque la situación tampoco está para tirar muchos cohetes. Poquito a poco. Tampoco hay prisa.»
– ¿Has visto las declaraciones de Fosky en televisión?
– «No, no he llegado a verlo»
– Dice que a tu niña incluso la dejaban durmiendo fuera…
– «Eso ya es inconcebible. Perdonarme»
– Pero Isa lo reconoció, dijo que es verdad que se había sentido muy maltratada…
– «No, no, no, para nada. El comentario ese tan desagradable… además estando yo no lo hubiera permitido. Yo me refiero al tema de lo del perro de fuera, de la caseta, no lo sé, no lo sé. Unas barbaridades tan terribles… ¿creen que yo iba a permitir eso? ¿Estando yo en casa iba a permitir eso?»
– ¿Tampoco permitías tú como decían que la llamaban la abuela y el tío no?
– » No, no, vamos. Imposible. No se atrevía nadie a eso. Conmigo delante no»
– Pero por lo visto delante de la madre tampoco
– «Tampoco»
– Aprovechaban cuando estaba Isabel fuera
– «Tampoco. Venga, muchas gracias. Hasta luego»