Hace ya un año que Paloma Cuevas y el torero Enrique Ponce han dado por finalizada su relación. Aunque se hizo pública tiempo más tarde, lo cierto es que la pareja ya había tomado la decisión mucho antes.
Mientras el torero bebe los vientos por Ana Soria y sube fotos y fotos, juntos a su jovencísima novia, Paloma se reconforta en el calor del hogar, de la familia y de sus hijas Blanca y Paloma. Día a día sufre como nadie la separación del diestro aunque tiene muy claro que no volvería con él. Así, lo contaba ella misma en una declaraciones en las que era muy contundente. Sin embargo, no es fácil ver de esa guisa a su exmarido con la estudiante universitaria. Algo que nunca hizo con ella.
Paloma Cuevas, obligada a ver el chorreo constante de fotos y vídeos del amor de Enrique Ponce y Ana Soria en instagram
> Es muy duro lo que está viviendo la empresaria, ya que tiene que ver cada día el chorreo de fotos y vídeos que el torero es capaz de hacer a su novia o mostrar instantáneas donde ambos aparecen juntos. Sin duda, todo un golpe de dolor para Paloma Cuevas, que ha tenido que estar toda la vida a la sombra del torero y que jamás han hecho gala de ese exhibicionismo público. Un escarnio constante porque nunca se han inmortalizado ellos dos de tal guisa… Y seguro que en instagram, el dúo habría funcionado como ninguno.
Más que sorprendida tiene que estar, de ver a Enrique Ponce su etapa más fetichista haciéndole una fotografía en el baño a la rubia andaluza en una minibata de conjunto lencero. Además, no dudaba en subirlo a las redes y ponerle hasta una melodía. La osadía del de Chiva es mucho para Paloma Cuevas, que intenta cerrar el capítulo más largo de su vida.
Mientras él sube fotos con su amor, ella los sube con sus otros amores, como casi respondiendo a Enrique Ponce con lo que es el verdadero amor. Fotos con sus hijas, en la comunión, con su hermano tristemente fallecido, con sus padres, y hasta con sus abuelos.
Paloma Cuevas y la llamada de atención a Enrique Ponce
> Las últimas han sido con su abuela, y con una que sin duda puede hacer recordar y recapacitar mucho al valenciano, su abuelo. Su abuelo Leandro. Leandro era el querido abuelo materno de Enrique Ponce que fallecía a los 100 años de edad el 9 de septiembre de 201. Mucho ha pasado desde entonces. Pero ahora más que nunca, Paloma Cuevas ha querido recordarle y rendirle un sentido homenaje en su perfil de instagram.
Abuelo Leandro supuso mucho para Enrique Ponce que incluso le dedicó una sentida carta que hizo pública él mismo: «Son miles los recuerdos que guardo en mi memoria con él y de él. Tantos viajes, tantas ilusiones, tantos sueños cumplidos y compartidos recordados en nuestro día a día actualmente con especial cariño y emoción por parte de los dos».
«Mi abuelo es el punto de partida de mi vida como torero. Quien soy y lo que soy se lo debo a él; a su generosidad por darme todo su tiempo, a su entrega para enseñarme todo lo que sabía, a su apoyo incondicional en los comienzos y en el presente y a su exigencia por sacar de mí lo mejor que había, enseñándome además la mejor lección de la vida: que para cumplir mi sueño no debía olvidarme nunca de, ante todo, ser una buena persona«.
Como si Paloma Cuevas quisiera hacer despertar a Ponce de su nueva realidad subía este storie con Leandro que marcó tanto al torero: «¡Qué importante es la figura de un abuelo en la vida de un niño! ¡Cuánto podemos aprender de ellos! A mí, mi abuelo, me marcó el camino a seguir desde los seis años siendo el espejo donde mirarme y la fuente donde bebí y aprendí todo lo que sé», escribía en aquella sentida carta el torero internacional.