Tras cuarenta días ingresado por una neumonía bilateral que no pudo superar, Quique San Francisco nos abandonaba ayer a los 65 años. El actor y humorista, uno de los más queridos y carismáticos de nuestro país, se ha ido dejándonos un mensaje de lo importante que es vivir sonriendo frente a las adversidades y quedándonos siempre con la parte positiva de la vida.
Hasta su velatorio, instalado en el Tanatorio Norte de la capital, y a pesar de las restricciones del Covid, se han acercado numerosos amigos, destrozados por el inesperado fallecimiento del actor. Así, además de Lolita Flores, completamente destrozada por su muerte, hemos podido ver a una afectada Emma Suárez, con quien Quique tenía una gran amistad desde que se conocieron al inicio de sus respectivas carreras en el mundo del cine, cuando, con 23 años, trabajaron con Imanol Uribe.
Confesando que «no sabía exactamente cómo se encontraba» y desvelando que «no» se pudo despedir de él, Emma ha señalado que lo recordará «con mucho amor» y destacando que era «un hombre muy auténtico con el que nos hemos reído muchísimo», nos ha contado que era «un gran amigo» al que echará «mucho de menos».
Sin poder ocultar su tristeza, Emma ha confesado qué legado deja Quique con su marcha: «quedan muchos buenos recuerdos porque era muy auténtico. Un amigo leal, una persona muy generosa, un gran actor que siempre estaba abierto a sus amigos. Le vamos a echar mucho de menos». Un momento duro para el mundo cinematográfico que pierde un gran actor.