Laura Matamoros ha viajado hasta Barcelona para apoyar a su pareja, Benji Aparicio, en su nueva aventura empresarial. Y es que el padre de su hijo Matías, que posee dos restaurantes en la capital, desembarca en la ciudad condal con los platos más populares de «Noname«, que los barceloneses podrán disfrutar a domicilio con la aplicación Glovo.
Muy discreta, la influencer no quiere pronunciarse sobre el último capítulo en el conflicto que mantienen su padre, Kiko Matamoros, y su hermana Anita. Padre e hija llevan sin mantener contacto un poco menos de un año. ¿La razón? Parece que no solo hay una, pero todo se resume en la mala relación que tiene Anita con Marta López, la novia del periodistas. Además, los enfrentamientos que han tenido Kiko y Makoke tras su divorcio han hecho que la hija que tienen en común tome partido por la madre.
Ahora el colaborador se ha mostrado muy dolido por su distanciamiento y haya tendido puentes para una posible reconciliación, dejando la pelota en el tejado de su benjamina.
«Yo espero que se recupere todo pronto» confiesa Laura, pero evitando implicarse en el conflicto familiar como intermediaria para que padre e hija solucionen sus diferencias: «Lo siento de verdad pero es que no quiero hablar», asegura. Laura parece que no quiere tomar partido pero en algún momento se verá obligada a intervenir. Sobre todo cuando Kiko ha anunciado que se va a casar con su novia y que desearía que Anita acudiese al enlace.
Así Laura, aunque admite que «por supuesto» espera que Kiko y Anita se reconcilien pronto, Laura señala que prefiere mantenerse al margen de la polémica: «Sí». No parece que esa reconciliación esté cerca sino todo lo contrario. Anita, que evita hablar sobre el tema, sigue sin hablar a su padre y no ha dicho nada sobre su «invitación» a la boda.