Solo han pasado dos días desde que Lydia Lozano se sometió a una operación de urgencia de las cervicales. La colaboradora abandonaba ayer, animada y con muy buen aspecto, el hospital para proseguir con su recuperación en su casa, acompañada por el que se ha convertido en su gran apoyo, su marido Charly.
Aunque con fuertes dolores de espalda, los médicos han recomendado a la colaboradora de Sálvame que intente hacer vida normal, aunque evitando coger peso y guardando un cierto reposo que, por el momento, la mantendrá alejada de televisión.
Hemos preguntado a Charly, que continúa con su rutina, cómo se encuentra Lydia tras recibir el alta. Alérgico a la fama – pese a la popularidad de su mujer, que es una de las colaboradoras más queridas de la pequeña pantalla – el arquitecto salía de su casa molesto por la presencia de prensa y ha pedido que no le hagamos fotos. Tan discreto como de costumbre, ha guardado silencio, evitando desvelar si la periodista tiene dolores o si, por el contrario, lleva a las mil maravillas su recuperación.