La Reina Letizia ha recuperado los tonos claros, abandonando los grises y colores oscuros a los que nos empezaba a tener acostumbrados. De esta forma la esposa de Felipe VI nos ha vuelto a sorprender para bien… dejando atrás los modelos oscuros y el estilo working para mostrar otra vez su bonita figura con el ajustado Felipe Valera color blanco que ha recuperado de su armario.
Los Reyes se han desplazado esta mañana hasta Extremadura para presidir la inauguración del Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear, en la provincia de Cáceres. Un acto el que, una vez más, no podemos menos que analizar el estilismo elegido por Doña Letizia, que, en su línea de ahorro y austeridad, y demostrando que los años no pasan por ella, ha rescatado de su impresionante guardarropa un vestido de Felipe Varela que estrenó en 2014 y que lució por última vez hace 4 años.
Demostrando que su «idilio fashion» con el que fue su diseñador de cabecera no ha terminado aún – a pesar de que en sus últimas apariciones apueste por marcas low cost como Mango, Massimo Dutti o Zara o por aplaudidos diseños de firmas exclusivas como Carolina Herrera o Nina Ricci – y que no ha «olvidado» su pasión de antaño por Felipe Varela, la Reina ha recuperado uno de sus diseños más favorecedores.
Un ajustado vestido de tweed blanco con silueta lápiz, manga frances y cuerpo estilo chaqueta. Un modelo no apto para cualquier silueta, pero sí para la de Doña Letizia, cuya figura apenas ha cambiado en los últimos años, por lo que la elegante prenda le sigue sentando como un guante.
Como complementos, la monarca ha marcado cintura con un sencillo y discreto cinturón negro, mismo color que ha elegido para sus salones de taconazo de Manolo Blahnik y una de las piezas más exclusivas de su vestidor, su espectacular bolso de mano de Nina Ricci de piel de serpiente, cuyo precio ronda los 1000 euros.
Un outfit elegante y de lo más favorecedor con el que Doña Letizia no sólo presume de austeridad en estos tiempos de incertidumbre en los que sus estrenos se cuentan con los dedos de una mano, sino también de figura, demostrando que por ella no pasan los años y que está igual de estupenda que el primer día que lució su comentado vestido de tweed blanco, del que pronto se cumplirán 7 años.