Arantxa Sánchez Vicario sobre sus padres: «Me hubiera gustado decirles aún más cuanto les quiero»

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Con los años se ha consolidado como una de las deportistas más conocidas de nuestro país. Se trata de Arantxa Sánchez Vicario, que ha reaparecido en televisión como invitada al programa de Mamen Mendizábal, Palo y Astilla. Mostrando su lado más natural y relajado, Arantxa hizo un recorrido por su exitosa carrera profesional, pero también por algunos de los momentos más complicados como el enfrentamiento con sus padres y la separación de su marido Josep Santacana.

Arantxa

Forjándose como tenista profesional desde muy pequeña, Arantxa reconoce durante el programa que hubo momentos muy duros al estar separada de sus padres quienes eran un pilar fundamental para ella: «He llorado mucho en la soledad pero he madurado muy rápido. Mis padres se cogían un avión y venían a verme siempre que podían». Unos años mayor que ella, su hermano Emilio Sánchez Vicario fue todo un referente para Arantxa: «Para mí Emilio fue mi referente, tener un hermano que llegó tan alto fue muy bueno, ha sido mi mentor, me ha ayudado en los momentos buenos y malos».

Con su madre, Marisa Vicario, como una verdadera ‘sombra’ que le acompañó durante toda su juventud y crecimiento en el mundo del deporte, Arantxa reconoce: «Mi madre decide dejar de trabajar y viajar conmigo porque soy la pequeña, la niña, mis hermanos viajaban y jugaban juntos, eran chicos. Para ella no fue fácil, cambiar el ritmo de vida y estar viajando todo el año».

Reconociendo que sus padres siempre han estado a su lado, velando por su futuro personal y profesional, Arantxa asegura que su padre siempre ha sentido un cariño especial por ella: «Siempre estaba más con mi madre pero cuando mi padre venía, era bueno poder compartir con él. Los dos son diferentes, pero se entendían perfectamente y me daban sabios consejos. Sería injusto decir solo uno, los dos me entendían bien. Era la pequeña y mi padre me tenía devoción». Sin duda, uno de los momentos más duros para la ex tenista en su carrera profesional fue el momento de su retirada: «Yo siempre dije que prefería retirarme arriba que ir hacia abajo. Nunca había tenido una lesión y ese año tuve una de cuatro meses, me rompí el isquio. Acabé el año bien pero mi cuerpo y mi mente me dijeron que era el momento«.

Recordando el doloroso momento en el que perdió a su padre en medio del enfrentamiento familiar que protagonizaba debido a la gestión de su fortuna, Arantxa reconoce visiblemente triste: «Me hubiera gustado estar mucho más con el de lo que estuve, me pude despedir de él de la mejor manera que pude, pero me hubiera gustado mucho más». Sin poder reprimir las lágrimas al recordar a sus padres y su faceta como abuelos, Arantxa reconoce entre lágrimas: «Mis hijos han oído hablar mucho de sus abuelos, siempre les cuento cosas de cuando era pequeña y cómo eran ellos. Soy persona, me emociono hablando de mis padres, siempre han sido muy importantes a pesar de todo lo que ha pasado«.

Sobre los más de 10 años que estuvo sin hablarse con su familia tras su boda con Jospe Santacana, la ex tenista reconoce: «Cuando me doy, me doy al 100%, estaba enamoradísima y lo di todo por amor. Lo importante es que ahora tengo dos hijos maravillosos que son los que me dan la fuerza para seguir viviendo».

Echando la vista atrás y viendo los años que pasó separada de sus padres, Arantxa quiere recuperar todo el tiempo perdido con ellos: «Ellos están a mi lado, están conmigo. Yo hablé con quién tenía que hablar y para mi eso ha sido muy importante, hablar con ellos e intentar tener la relación que tuvimos antes de que pasara todo eso». «Me hubiera gustado decirles aún más cuanto les quiero. Siempre estaré agradecida por todo lo que han hecho, lo que me han dado, el amor incondicional que siempre he tenido hacia ellos me hubiera gustado decírselo mucho más» sentencia la deportista. El final feliz y la reconciliación que ella llevaba tiempo esperando.