La historia de Nacho Palau y Miguel Bosé se ha convertido en una auténtica telenovela, y es que en medio de las muchas polémicas en las que el cantante se ha visto envuelto debido a su actitud negacionista frente al Covid19, ahora también debe hacer frente a los constantes ataques de su ex y la familia de éste.
La pareja puso punto y final a su relación en 2018, y lamentablemente también se vio rota la bonita familia que habían conformado junto a sus cuatros hijos: Diego, Tadeo, Ivo y Telmo, por cuya custodia siguen luchando ambos a día de hoy. Sin embargo, hay una parte de la historia que no ha sido contada todavía y que juega un papel importantísimo en la forma en la que se desarrolló todo. ¿Quieres saber el verdadero motivo por el que terminó la relación de Bosé y Palau? En Cotilleo.es te lo contamos…
1Una historia de amor llevada en secreto
> Miguel Bosé y Nacho Palau jamás hicieron pública su historia de amor, sino que, dados a proteger su vida privada, llevaron siempre la relación con el más estricto hermetismo. Así, formaron una bonita familia en México junto a sus cuatro hijos, Diego, Tadeo, Ivo y Telmo. Y no fue hasta el 2018, año en que decidían romper, cuando Palau por fin reconocía esa relación de más de tres décadas mediante un comunicado.
Algo, con lo que pretendía reclamar sus derechos y los de sus hijos, tras conocerse que Bosé tenía pensando demandarle por violar su derecho al honor. Por su parte, el cantante de ‘Bandido’ o ‘Morena mía’, no le perdona a su ex que haya aireado los trapos sucios de su romance, además de intentar obtener la custodia de los cuatro niños. Un tema que se ha ido complicando a sobremanera llevándoles a una guerra mediática, y en la que incluso Lola Medina, madre de Palau, se ha visto envuelta.
Sin embargo, hasta ahora poco o nada se sabía de la vida que la pareja llevaba al otro lado del charco. De hecho, Nacho era casi un completo desconocido, y no saltó al ojo público hasta que comenzó a salir con Bosé en 1992. La pareja se conoció, según han contado diversas fuentes, en Valencia, lugar de residencia de Paola y Lucía Dominguín, hermanas del cantante. Así, Nacho, que se dedicaba a la escultura, dejó todo por amor y se adaptó a la ajetreada vida de artista de Bosé.
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