La guerra entre la escritora y la actriz viene de muy atrás. Ambas participaron en el reality ‘Campamento de verano’ que emitió Telecinco en el verano de 2013. Meses después, concretamente en noviembre, Pont aparecía en portada de la revista ‘Primera Línea’ y declaraba que la vasca «no se había cambiado de bragas durante todos los días que concursaron en el programa ‘Campamento de verano».
Cuando Lucía fue consciente de estas afirmaciones no dudó en escribir una brutal entrada en su blog bajo el título «Mónica Pont fue prostituta» y en su relato expresaba que «Si hay que argumentarlo, lo argumento y lo argumentaré en un Tribunal. Puedo incluso citar la presunta agencia de modelos que gestionaba sus servicios y que incluso en su día me lo ofreció a mí”.
Mónica Pont no dudó en demandar a Lucía Etxebarría por estas acusaciones y el Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Alcobendas condenó a la escritora a pagar 10.000 euros, una sentencia que su abogada, Cynthia Ruiz, recurrió y además solicitó que se rebajase la condena a 1.000 euros.
El pasado 18 de abril, la Sección 25 de la Audiencia Provincial Civil de Madrid emitía la sentencia en la que se informaba de la rebaja de la condena de 10.000 a 3.000 euros que la escritora tenía que pagar a la actriz por intromisión ilegítima al honor. En declaraciones exclusivas para Vanitatis, Mónica Pont afirma que «estoy contenta con esta sentencia porque me da nuevamente la razón. Por dos veces Lucía Etxebarria ha sido condenada por vulneración de mi honor. Evidentemente con la rebaja de la indemnización no estoy contenta. Y no por el importe de la indemnización en sí, que es lo de menos, sino por las razones que se dan para rebajar esa indemnización. En palabras de mi abogado, Rafael Caro, sorprende la sentencia en esta segunda instancia porque se fija la indemnización no en función al derecho vulnerado sino en función al beneficio que puede haber obtenido el que hace esa vulneración. Es decir, como Lucía no sacó rédito económico con esos insultos, mi honor vale menos, lo que en definitiva nos plantea que no se ha cuantificado el derecho al honor de ‘Mónica Pont’ sino el derecho al insulto de Lucía Etxebarria, motivo este por el que, aunque no sea materia propia de recurso, nos estemos planteando presentarlo ante la siguiente instancia. Insisto, no por el importe que se dice, sino por las razones dadas para fijar ese importe».
Señalar con el dedo acusador es muy sencillo a la vez que peligroso. Las consecuencias legales son taxativas y lo de Mónica Pont no es un caso aislado. Muchas famosas y celebrities de nuestro país han sido acusadas de lo mismo. ¿Quieres saber quiénes? Os lo contamos:
Hubo una época en la que no se hablaba de otra cosa: los famosos books donde famosas de todo tipo y condición buscaban dinero a cambio de sexo. María de Mora desveló en varias entrevistas que ella era una de las madame que manejaba el cotarro. Algunas desmintieron su vinculación. Otras, en cambio, no tuvieron más remedio que reconocerlo.
Ivonne Reyes vuelve a ser actualidad por su participación en Gran Hermano VIP y por su conflicto con Pepe Navarro. Lo que la venezolana ignoraba es que quizá con la entrada al reality ha levantado muertos que el gran público ya tenía olvidados. María de Mora en el año 2010 se sentaba en un programa de televisión y afirmó que la presentadora era una de las personas famosas a las que ella representaba. ¿El precio por una de esas famosas cenas con la bellísima venezolana? 12.000 euros.
María Jesús Ruiz se encuentra en su momento más crítico y delicado con su ex pareja, el empresario José María Gil Silgado. La ex Miss España, harta de recibir supuestas amenazas por parte del padre de su hija, ha decidido demandarlo y le han concedido una orden de alejamiento de 200 metros.
Ella afirma que “solo puso la denuncia” y que “es un juez el que ante todo lo que le pongo delante de la mesa toma la decisión. Yo tengo miedo: le enseñé las cartas, el registro de llamadas, el acoso tan absoluto día tras día. Me amenaza con que va a contar cómo me conoció. Él quiere insinuar que pagó por conocerme. Él quiere insinuar la prostitución”, declaró la modelo en un programa de televisión. Algunos compañeros de profesión parecen avalar la historia de Gil Silgado y siempre que pueden avasallan a preguntas a la jiennense sobre la forma y el modo en que José María y ella se conocieron, dejando, claramente, la puerta abierta a esa opción.
Marlene Morreau tuvo que salir al paso tras la emisión de un programa de televisión en el que, directamente, se le había grabado manteniendo una conversación telefónica algo comprometida. Ella dijo que no había ejercido la prostitución, pero sí confirmó que había «acompañado a señores a cenar».
Recientemente, en su cumpleaños, estuvo rodeada de amigas de toda la vida como María de Mora -conocida empresaria del mundo de la noche que organizaba supuestas cenas con hombres que pagaban mucho dinero por tener esa cita con estas famosas-, Malena Gracia, Yola Berrocal, entre otras.
Malena Gracia fue grabada mientras mantenía relaciones sexuales con un caballero. Una cámara oculta que Emilio Rodríguez Menéndez hizo circular en la que se le veía cogiendo dinero después del acto.
Ella misma reconocía en una entrevista en Lecturas que ejerció el oficio más famoso del mundo: «después llegó lo de Emilio que descubrió que trabajé como prostituta». Malena, en estos días, intenta resarcirse de su pasado, sin embargo, señala a Ivonne Reyes como traidora por ser conocedora de aquella cámara oculta y no avisar al resto de compañeras.
María José Galera era una auténtica desconocida cuando entró en la casa de Gran Hermano. Pero pocos días más tarde saltó el escándalo. La primera expulsada de la historia del concurso había cobrado por mantener sexo. Así lo confirmó ella: «tuve sexo con un señor a cambio de dinero, durante un año, para poder cuidar a mi hija enferma y dar dinero a mis padres«.
Y no sería la única de aquel año, pues Mónica Ruiz, concursante de reserva de aquella primera exitosa edición de ‘Gran Hermano’ abandonó su estancia en la casa tras la filtración de la información de su pasado profesional.
La sombra de la prostitución siempre ha planeado sobre Sonia Monroy. Hasta el punto que fue incluida en un libro, titulado ‘Famosas y putas’, escrito por Antonio Salas. Ella lo negó y aclaró el malentendido.
«El autor me preguntó cuál era mi caché y yo le dije que 3.000 euros, que era lo que yo cobraba por cantar dos canciones. Claro que me han hecho muchas ofertas de ese tipo pero yo nunca he accedido porque tengo talento para cantar». Sonia fue otra de las mujeres ‘pescadas y cazadas’ dentro de la cámara oculta supuestamente promovida y organizada por María de Mora, siempre según Marlene Mourreau.
Mónica Ruiz fue otra de las concursantes de la primera edición de Gran Hermano. Abandonó precipitadamente la casa de Guadalix de la Sierra tras los rumores de que había ejercido la prostitución. Ella misma lo confirmó, después de que Interviú provocara un auténtico revuelo con su información.
La Veneno nunca lo ha ocultado. Cuando saltó a la fama de la mano de Pepe Navarro, la polifacética hacía las calles en un conocido parque de Madrid. Desde el estrellato siguió comercializando con su cuerpo. Dice que le llegaron a pagar 3 millones de las antiguas pesetas por mantener sexo durante 30 minutos.
En una de sus últimas entrevistas, Cristina La Veneno confesaba que la época en la que ejerció la prostitución fue la más feliz de su vida. Tanto fue así que, en sus últimas voluntades, pidió que sus cenizas fueran esparcidas por el Parque del Oeste, lugar en el que trabajo tantos años y donde según la propia Cristina fue sumamente feliz.
Nuria Bermúdez lleva años apartada del mundanal ruido. Pero en 2010 se vio obligada a acudir a Dónde estás corazón para desligarse de una lista de famosas a las que se acusaba de haber ejercido la prostitución: «Es verdad que me querían pagar 20 millones de pesetas por pasar un fin de semana, pero no lo hice. He denunciado durante muchos años a mujeres que me inducían a la prostitución», dijo entonces.
En el vídeo que adjuntamos se pueden ver las polémicas imágenes en las que María de Mora habla con un empresario y les dice: «Ellas saben que van a acudir a una fiesta, van a hacer el amor, van a estar charlando en una velada tranquila…». En las imágenes aparecen Núria Bermúdez, Sonia Monroy y Malena Gracia.