Aunque parezca que llevamos hablando años sobre David Bustamante y Paula Echevarría, lo cierto es que tan solo han pasado tres semanas. Eternas, pero tres semanas. Lentas y dolorosas para ellos pero también para público y prensa, quienes vivimos en la constante lucha del cotejo de informaciones entre Asturias, Cantabria y Madrid.
El matrimonio ha intentado hacer las cosas con cautela, dejando todo bien atado siempre pensando en el bien de Daniella, quien -injustamente- cobra protagonismo directo en una de las separaciones más mediáticas de los últimos años en nuestro país. Tal y como recoge Vanitatis, «en el escrito de separación se pactan las condiciones paternofiliares, así como la custodia de la menor, que sería para la madre e incluiría horario libre de visitas para el padre».
El mencionado medio de comunicación informó de estas capitulaciones firmadas hace casi cuatro años donde el matrimonio dejaba todo bien organizado, no solo económicamente sino personalmente, firmado y ante notario. La separación física es un hecho y tal como informaba ‘Semana’ hace unos días ‘no hay vuelta atrás’. David Bustamante y Paula Echevarría liquidarán su matrimonio en los próximos meses y según confirman a Vanitatis, la fecha prevista será para después de la comunión de Daniella, que tendrá lugar a finales de mayo, principios de junio.
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