Los rumores de separación de la pareja vienen desde hace tiempo, pero ellos siempre se han encargado de desmentirlos, haciendo parecer que son una familia feliz. Aunque a lo mejor es que por esa época de verdad eran una familia feliz. En cualquier caso, los rumores fueron más fuertes el pasado martes 20 de septiembre, hasta que Pitt lo confirmó: Angelina ha pedido el divorcio. Y lo hace dando la nota.
Hace unos meses, los medios de prensa rosa de Estados Unidos publicaron que Brad Pitt le había dado un ultimátum a su esposa para que pusiera fin a su extrema delgadez. Rumores de depresión y de enfermedades mentales volvieron a surgir. En las noticias, no comentaban nada de la respuesta de Angelina, así que cuando este rumor de divorcio salió, se pensó que era por eso.
Pero no, no era por eso, y a muchos que seguían esta historia, se les ha roto el corazón, pues creían que ellos eran la reencarnación del amor. Al parecer, todo el tema del papeleo comenzó el pasado 15 de septiembre, y parece que esta vez es la definitiva. Lo que ahora alude Angelina son «diferencias irreconciliables», y muchos medios han especulado sobre ellos.
Lo que sí que es cierto es que Angelina está removiendo cielo y tierra para conseguir la custodia completa de sus seis hijos, tanto los que ella adoptó, como los que tuvieron entre los dos. Esto ha generado muchos más rumores, aunque insisten en que no hay terceras personas involucradas.
Se dice que los problemas de drogas y de ira de brad pitt han sido el detonante para que ella pidiera el divorcio
Ahora sale a la luz, aunque esta información está sin confirmar, que el actor consumía drogas y tenía problemas de ira, por lo que ella temió por sus hijos, y sus métodos de educación. No solo eso, sino que también se menciona el nombre de Marion Cotillard como posible affair.
Así que queda por delante la lucha más dura por parte de la pareja: primero, por sus hijos, y después, por el patrimonio que la pareja mueve, que llega hasta los 400 millones de dólares. Ella ya ha contratado a la reina de las abogadas especialistas en divorcios, que ya se encargó del de Banderas y Griffith, o Schwarzenegger y Schriver.