Luis Rollán está pasando por sus peores momentos personales y profesionales. Y eso que el periodista fue el niño mimado de la profesión por su buena reputación, su estupenda imagen, sus exclusivas y su envidiosa amistad con algunos de los personajes más famosos del mundo del corazón. Pero de un tiempo a esta parte Rollán no gana para disgustos: recuerden que el verano pasado el periodista se vio obligado a sentarse en el Deluxe para intentar desmentir que no había vendido a sus amigos. Pero a estos problemas se le añaden algunos de salud, otros laborales e incluso sentimentales, ya que se vio obligado a desmentir episodios de maltrato por un supuesto chantaje de Jordi Martín.
Pero ahora soñaba con volver a la primera plana mediática con Supervivientes, «pero no puede ser y no quiero decir las razones», señalaba Belén Esteban. Mila Ximénez por su parte comentaba: «Qué pena porque le hacía falta». No sabemos si el problema que omite La Princesa del pueblo es el de salud. Recuerden que el amigo de Isabel Pantoja reconoció tener «el síndrome de Wolff Parkinson White», enfermedad que le provoca taquicardias, arritmias y puede derivar en muerte súbita. «Cuando yo me operé, salí contento, pero los médicos se sentaron después conmigo y me dijeron que había habido una complicación. No quiero dar pena, pero esta es mi realidad y mi prioridad (…) Me piden que evite el estrés, que tenga relax y mira la situación…». Poco después volvió a operarse, en este caso con éxito.
Rollán sigue sin estar cómodo en los platós después de ser acusado de traición: «Todos sabemos cómo es el negocio. Lo único que sé es que no voy a justificarme de nada. Mis amigos y la gente que me conoce sabe cómo soy. Lo único que he hecho en toda mi vida es trabajar y ayudar a quien he podido (…) He hablado con Laura Matamoros y lo he aclarado. Ella sabe que me ha contado cosas importantes que no ha salido. No está enfadada porque entiende que no se ha hecho con intencionalidad y por mi parte sigue siendo mi amiga. Lo que se ha dicho de que Jorge, mi representante, ha vendido las fotos, que estábamos en complot es mentira. Es todo mentira. No se puede dar la vuelta a todo para dejarme como una mala bestia».
En esos momentos su relación con el mánager Jorge Blanco era cordial, no como ahora. Y si no vean el comentario que publicó en las redes sociales: «Cómo no se le cae la cara de vergüenza de jugar con el trabajo y el pan de nosotros». Recuerden que Diego Matamoros también denunció las formas de hacer de Blanco: «Tuve una cena con él. En ese momento yo ya desconfiaba y fue una cena un poco tirante. Es muy rencoroso y había perdido su amistad con Nagore Robles por un problema que tuvieron. Fue él quien dio el chivatazo de sus encuentros con Sandra Barneda, porque él las vio y lo hizo por venganza».