Carlota Corredera aún sigue combatiendo los estragos provocados por la dieta que le hizo perder un total de 60 kilos. Un efecto rebote que llegaría para cambiar la vida de la presentadora de Sálvame. Muchos son los que ya no se creen sus consejos. Su cambio físico vuelve a dar de qué hablar. La viguesa no se priva de nada y hemos podido notar en estos meses que ha vuelto a recuperar la figura a la que nunca querría volver. Lejos de preocuparle sigue con su vida y deja a un lado las críticas. La noche del 31 se batirá en duelo en un nuevo programa especial Nochevieja de La Última Cena, por lo que termina el año dándose un buen homenaje.
1Sus fans ya no se la creen: Acusada de estafa
> Todos recordamos la época en la que Carlota Corredera sufría sobrepeso cuando era directora de Sálvame y Sábado Deluxe. Llegó un punto en el que decidió dar un giro radical a su vida. Cambió sus hábitos alimenticios y su sedentarismo para convertirse en una gurú de la vida sana. Una abanderada del estilo de vida saludable qué hasta sacó su propio libro: “Tú también puedes: Cómo conseguí perder 60 kilos y ganar salud”. Un éxito en ventas, todo el mundo quería saber cómo Carlota Corredera había conseguido su objetivo en un corto periodo de tiempo. Allí explicaba toda su rutina cómo era antes y cómo terminó. Todos sus trucos el lo que sería su Biblia y su mayor éxito conseguir adelgazar dejando atrás todas sus inseguridades.
Sin embargo, también sufrió las consecuencias con su iniciativa para que todo el mundo se animara a hacer lo mismo que ella. No le salió tan bien como imaginaba. Recientemente llegaba a decir que su imagen se utilizaba de una manera ilícita: «De verdad, todas las semanas lo mismo. Dejad de utilizar mi imagen para anunciar productos estafa para adelgazar, no puedo más. Tengo bloqueado el Facebook, Instagram y Twitter de gente desesperada que me pregunta que si es verdad que yo tomo ese producto o este producto». Además de ser víctima de una estafa sus seguidores también se sintieron así, pero esta vez estafados por la mismísima Carlota, pues no había conseguido mantener la figura de la que tanto presumía. Todo esto era por un motivo: el temido efecto rebote.
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