La falta de profesionalidad de Bigote Arrocet sorprende en el equipo de ‘¡Qué tiempo tan feliz!’

La lacrimógena despedida de María Teresa Campos, que estaba emocionada «por otras cosas que no tienen que ver con la cancelación del programa», es decir, no por nada relacionado con Bigote sino porque se acababa de enterar de la muerte de Paloma Gómez Borrero antes de entrar a grabar, se produjo sin sobresaltos. Hubo sorpresas, recuerdos, música y lloros, a destacar el de Jesús Mariñas. Pero ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ cerró su etapa tras casi ocho años de vida. Algunos siguen creyendo que la tensión entre Paolo Vasile y la malagueña, que se negó a acudir durante más de un mes a ‘Sálvame’, le pasó factura al programa.

Otros señalan que el adiós está motivado por la mala relación de la cadena con la factoría encargada del programa, Producciones Mandarina, cuyos jefes ni siquiera acudieron a la fiesta de despedida del equipo. Y objetivamente hay que señalar que el espacio nostálgico ha ofrecido los peores datos de su vida tras hundir su target comercial por sus mayoritarios fieles, público envejecido de clase baja. Sea como fuere, la música pierde una de sus escasas ventanas televisivas mientras María Teresa dicen que maniobró para retener su emisión mientras espera destino.

La falta de profesionalidad de Bigote Arrocet sorprende en el equipo de '¡Qué tiempo tan feliz!'

 

Por lo pronto deberá aguantar el chaparrón de su novio en ‘Supervivientes’ mientras ve con frustración como Telecinco se negó a llevar el ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ al prime-time y como Mediaset rechazó su idea de volver a conducir una tertulia política del mediodía tras Ana Rosa Quintana porque Vasile sigue confiando en ‘Mujeres y hombres y viceversa’ y además la buena forma de ‘Las Mañanas de Cuatro’ implicaría que la fórmula de la cadena, no competir entre sus dos grandes cadenas con contenidos similares, impiden la luz verde a su vuelta.

Una vuelta que se producirá tras unas merecidas ocasiones motivadas porque el ‘¡Qué tiempo tan feliz!’ echase la persiana. Fuentes cercanas al programa señalan dos datos desconocidos: el último programa se emitió «editadísimo», porque la grabación se prolongó en exceso con la cantidad de invitados y faltaban alrededor de diez minutos para el hueco del que disponían: los realizadores debieron sacar la tijera y adecuar el total al espacio disponible.

Y por otro lado hubo cierto run run con el fallido número musical de Bigote Arrocet, Poty y Lola González por un motivo: ninguno de los tres se sabía la letra y este hecho motivó que la realización se viese forzada a realizar planos medios, ya que un primer plano al novio de María Teresa Campos hubiese reforzado la tesis que dice que el chileno quiere vivir del cuento, y nunca mejor dicho.

No sabemos todavía el futuro de la Campos, que «dentro de poco se abrirá una ventana en esta casa y yo apareceré por ella». No sabemos si habrá espacio de sucesos, cambio de cadena dentro del grupo o regreso con un formato musical. Pero salta a la vista que Sálvame intentará seguir exprimiendo el rentable culebrón de Bigote Arrocet con la complicidad de sus hijas, Terelu y Carmen, que están haciendo un gran negocio con la controvertida relación de la matriarca del famoso clan familiar.