Marta López parece haber cogido el gusto a que su vida sentimental esté en boca de todo el púbico. Según su propio testimonio, ha sido objeto de deseo de personas muy importantes: empresarios, políticos, futbolistas, ¡Y hasta un miembro de la Casa Real! Consciente de que el tema no tardará en pasar a la historia, y sus apariciones televisivas serán cada vez menos frecuentes, ha emprendido un nuevo proyecto fuera de Mediaset. La colaboradora ha creado una aplicación para buscar novio por Internet. Aprovechando la fama que han dado todos sus romances, promete lanzar al mercado un producto innovador y revolucionario destinado a encontrar el amor. ¡Esperemos que los usuarios tengan más suerte que ella! Te contamos todo sobre el nuevo negocio de Marta López.
1Tiene hijos de dos hombres diferentes
> Los medios de comunicación empezaron a hablar de Marta López en 2001. Fue concursante de Gran Hermano 2 y, a pesar de que fue la primera expulsada, solo necesitó diez días dentro del concurso para convertirse la más famosa de su edición. Enseguida se ganó el cariño del público, y empezó una trayectoria televisiva que parecía no tener fin: Crónicas Marcianas, A tu lado, Ana Rosa, pocos eran los programas que no contaban con su presencia. Pero, si en el terreno mediático consiguió triunfar, su vida sentimental ha sido siempre un auténtico fracaso.
En 2007 contrajo matrimonio con el futbolista Jorge Cabeza. Juntos tuvieron dos hijos y, durante un tiempo, disfrutaron de cierta estabilidad. Sin embargo, las ganas de Marta López por volver a la pequeña pantalla lo cambiaron todo. En 2011 participó en El reencuentro, un concurso que reunió a personajes míticos en la historia de la televisión. Durante este programa tuvo una amistad especial con el cantante Coyote Dax. Muchos periodistas empezaron a hablar de que se estaba enamorando de él. Estas informaciones causaron una grave crisis entre Marta y Jorge, que terminaron separándose en 2013. Un año después tuvo a su tercer hijo, esta vez con un empresario extremeño llamado Javier. Pero tampoco hubo suerte, y Marta tuvo que seguir persiguiendo el amor.
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