Tamara Gorro está viviendo el que sin duda será el peor año de su vida. Su marido, el futbolista Ezequiel Garay sin equipo donde jugar, lesionado y operado, el ingreso en el hospital de su hijo Antonio y otra operación de la propia Tamara. A todo ello se le une ahora una nueva preocupación, esta vez por su abuela que está enferma, también ha sido operada y no ha podido ir a visitarla por la crisis sanitaria. Aún así, Tamara no pierde la esperanza, y se muestra igual de positiva que siempre: “Estoy tristona pero nunca perdiendo la sonrisa porque así se ganan muchas batallas”.
1La enfermedad de su abuela le produce una tremenda angustia
> El 2020 no está siendo nada fácil para Tamara Gorro, el año termina de una manera muy angustiosa para la influencer, pues su abuela que es población de riesgo, ya que tiene otros problemas de salud, tuvo que ser intervenida en una operación y posteriormente ingresada en el hospital, sin que ella pudiera ir a visitarla. Es por ello por lo que el cumpleaños de su hijo se vio enturbiado por una mala noticia debían operar a su abuela por una enfermedad que tuvo en el pasado y quedo pendiente.
«Hasta que uno no lo vive, no es consciente del sufrimiento de los demás… Yo soy una gran afortunada porque mi yaya gracias a dios está bien. Pero el simple hecho de no poder estar a su lado cuidándola es horrible. Una persona mayor, que ahora no tiene movilidad y depende de otra persona, te angustia», contaba a sus seguidores, a los que ella denomina «familia virtual». Sin embargo, se mostraba tranquila pues el personal médico le cuidaría de maravilla y confiaba en que todo iría bien. Ella es muy positiva y así lo ha demostrado ante todos. »Otras tantísimas personas han estado y están en peores circunstancias por no decir terribles (…) qué angustia, qué dolor, qué impotencia… Ojalá y esta nueva y asquerosa normalidad termine cuanto antes», terminaba diciendo.
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