Los objetos personales de Paquirri, y su ubicación en el espacio y en el tiempo se están convirtiendo en todo un expediente X del que sólo Isabel Pantoja conoce la solución. Así, mientras Francisco y Cayetano Rivera – con el apoyo de su hermano Kiko – luchan por conseguir que la tonadillera les entregue las pertenencias que el malogrado torero dejó en herencia a sus hijos, la tonadillera da la callada por respuesta.
Según apuntan diferentes fuentes, y tras responder negativamente en dos ocasiones a los requerimientos notariales presentados por los hermanos Rivera Ordóñez para que Pantoja les diese los enseres de su padre voluntariamente, la tonadillera habría trasladado los famosos objetos de sitio. Así, después de más de 30 años ocultos en Cantora, habrían abandonado la finca y estarían en el piso de una íntima amiga de la cantante en Sevilla.
Una información no confirmada por Isabel Pantoja que su entorno niega y sobre la que Francisco Rivera prefiere no pronunciarse. El exdiestro, que tras su colaboración semanal en el programa Espejo público comió con amigos en un restaurante, guarda silencio y pese a asegurar que se encuentra «muy bien» no se pronuncia sobre la nueva jugada de la tonadillera, sacando de Cantora los objetos personales de Paquirri tras su negativa a entregárselos a sus hijos. Impasible, Fran tampoco confirma si pasará la Navidad con sus hermanos Kiko y Cayetano, escenificando así una reconciliación familiar en las fechas más entrañables del año.