Ha pasado un año en un segundo plano. Se alejó por completo de los focos, necesitando “desintoxicarse”, pero el tiempo pasa y las ideas cambian. Carlos Lozano reapareció anoche en Sálvame Deluxe y sus declaraciones llegaron cargadas de rencor y venganza. No solo contra Miriam Saavedra, sino contra los todos los que jamás han creído en él. Hoy, la vida personal de Carlos Lozano, al descubierto.
1Más de un año fuera de combate
> Carlos Lozano se convirtió hace años en uno de los presentadores con más prestigio de la televisión. Su capacidad para cautivar a los telespectadores sumado a su llamativo y sensual físico, le llevó a la cima más alta en televisión. Desafortunadamente, la parte cruel de todo este embrollo mediático le tocó de lleno a él, y no tuvo más remedio que migrar para buscarse las castañas fuera de España. Una situación nada fácil para él: dejaba a su niña, la que tiene en común con Mónica Hoyos, y a toda su familia, aquella que le ha ayudado en sus momentos más duros.
Pero no todo fueron desdichas en su vida. En Perú encontró trabajo como reputado presentador, aunque poco le duró pues en seguida aceptó la oferta de concursante en la cuarta edición de Gran Hermano VIP, donde por cierto se quedó con un segundo puesto en la final, por debajo de Laura Matamoros. De esto han pasado ya más de tres años, casi los mismos que lleva alejado de la televisión. Y es que, después de salir de Guadalix de la Sierra y participar de seguido en Supervivientes, concurso en el que apenas tuvo repercusión, decidió alejarse por completo de los focos. Una decisión que preocupó a la mayoría, sobre todo porque nadie conocía su paradero. Hoy, un año después de su anonimato, Carlos Lozano ha reaparecido con unas declaraciones que nos han dejado completamente helados. No he venido aquí por dos duros, no voy llamando puertas como dicen. Me han llamado muchas veces de esta misma cadena pero no valgo para colaborador, soy presentador. He sido muy ahorrador porque he trabajado mucho y he ganado y vivo muy bien», ha explicado. Pero lo mejor estaba por llegar.
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