Este verano ha habido polémicas de todo tipo, pero sin duda la que ha azotado de lleno la vida de Josep María Mainat nos ha dejado completamente anonadados. Recapitulemos: presuntamente su mujer le intenta asesinar en su domicilio y varios meses después, tras una denuncia por parte del productor y también de su hijo a Ángela Dobrowolski, se produce un hecho novedoso en pleno directo. La pareja de un scort que Ángela tenía contratado acude a la casa del productor a por sus cosas. Todo un reality que ha acabado de la peor manera posible, un caso judicial que se ha convertido en una trama mediática.
Este viernes ha habido un especial de Equipo de Investigación sobre el caso Mainat y han contado con los testimonios de la expareja. Ambos, por separado, han dado su versión y su más sincera opinión a los profesionales de este programa.
Todos hemos visto las grabaciones de vídeo de la casa de Mainat, bien pues estas videocámaras, según Mainat, fueron instaladas por su mujer: «Las instaló ella, las pone por seguridad».
En cuanto a la denuncia que interpone el productor de televisión, Mainat ha explicado que él la puso para que se supiese lo que había pasado y su hijo, contra Ángela, porque estaba convencido de que había atentado con la vida de su padre: «Mi hijo denunció a Ángela, yo preferí denunciar lo que me había pasado para que se investigue». Aún así, asegura que el juicio se limitará a esos 20 minutos que su expareja tarda en llamar a los servicios médicos: «Todo el juicio se va a limitar a esos 20 minutos, mi nivel de azúcar era severo».
Lo que sí que ha querido dejar claro el rostro conocido de televisión es que la única persona que se encontraba allí esa fatídica noche en la que casi pierde la vida, era ella. Ángela por su parte ha querido dejar claro que en ningún momento quiso quitarle la vida a su marido: «No, esa noche yo quise salvar la vida de mi marido».
En cuanto a cómo ha sido la relación matrimonial, Josep María Mainat asegura que: «Nuestra relación ha sido muy buena, muy romántica». Aunque asegura que hace años comienzan los problemas de su mujer con las drogas: «Hace un par de años empiezan los problemas de Ángela con las drogas, eso es muy malo, cuando hubo varias discusiones más fuertes, decidí llamar al abogado y empezar los trámites de divorcio».
El productor asegura que cuando ve a Ángela en televisión no la reconoce, y habla de aquel momento en el que la rusa acude a su domicilio y forma ese espectáculo en directo: «Cuando yo estaba viendo la televisión en directo y vi la chica rusa, entonces dije ‘ya la hemos cagado’, hemos pasado del tema policial a un tema de Sálvame. Si yo estuviera haciendo Crónicas Marcianas abriría con esto».
Mainat ha desvelado cómo fue el momento en el que le transmite a su mujer separarse: «En principio no le apetece nada divorciarse, lo boicotea, luego entramos en la pandemia y dijimos de esperarnos… fue en junio cuando volví a poner la denuncia en marcha». El productor ha asegurado que cuando ve por televisión a la que fuese el amor de su vida, no la reconoce: «Odio profundamente la persona que veo cuando veo a Ángela, porque se ha tragado a la otra. De verdad deseo que salga de esta».
Cuando Mainat regresa a su domicilio, se encuentra su casa irreconocible: «La casa estaba como si hubiesen pasado unos okupas, además faltabas algunas cosas de patrimonio sentimental, algo que me enfadó muchísimo». Uno de los habitantes de ella, Gabriel, Ángela le ha dedicado unas palabras muy bonitas: «Es un chico joven de buena familia, tiene un look y un estilo que dan una cierta imagen, transmiten un estilo de vida que no se corresponde una vez conoces a la persona. No es mi pareja».
Ángela ha terminado reconociendo que solo se arrepiente de una cosa: «De no salir fuera del matrimonio antes» y sobre su última detención cuando entró en una de las casas de Mainat, asegura que no iba a robar: «Yo dediqué años en montar esa casa, en hacer de esa casa un hogar. Si yo iba a quedarme ahí para vivir, cómo iba a llevarme cosas, de hecho llevaba el coche lleno para quedarme ahí a vivir».