El pasado sábado se emitía en Telecinco el nuevo y penúltimo capítulo de ‘Las Campos’ donde la temática era el dinero. Después de ver semejante cantidad de euros invertida en muchas cosas, hemos tenido que analizarlo todo con lupa para poder asimilarlo. Hoy os traemos todos los detalles de lo que madre e hijas nos enseñaron a través de la televisión y todo el dinero invertido en lujos.
El capítulo empieza con Terelu tumbada en la cama y un montón de billetes cayéndole encima, algo que nos hacía ver desde un principio cuál sería la temática del programa. Evidentemente se trata de algo cómico que simula a la película ‘American Beauty’ pero en vez de pétalos de rosa le caen billetes. ¡Ya le gustaría a Terelu que todo ese dinero fuera suyo para pagar sus deudas!
Y mientras veíamos esta bonita estampa de inicio de capítulo, la voz en off de Terelu decía: «El dinero no da la felicidad, el dinero da tranquilidad y desde la tranquilidad a lo mejor es más fácil ser feliz». La colaboradora de ‘Sálvame’ tiene claro que lo que le encantaría es estar forrada para seguir manteniendo su nivel de vida sin preocuparse.
Un Maserati abandonado
En esta nueva entrega la matriarca sacó del garaje su coche estrella, un Maserati valorado en 110.000 euros como poco y al que le dijo cuando lo sacó: «Me habrás echado de menos». Y es que desde hace mucho tiempo, María Teresa Campos ha dejado de conducir habitualmente y de pasearse con este coche de alta gama. Actualmente tiene alguien que le acompaña donde quiere en otro buen coche pero más modesto, un Audi.
Si la presentadora madre se vuelve a ver ahogada por sus deudas económicas podría vender este cochazo que tanto dinero vale o también podría alquilarlo a ratos para quienes lo necesitaran en eventos. Es más, donde más dinero sacaría es alquilándolo por horas pero con ella como conductora: «Disfruta de un paseo en un Maserati con María Teresa Campos». Seguro que se matan por este servicio.
El ático dúplex en el que nunca vivió
María Teresa Campos también aprovechó para mostrarnos el ático que tenía en la misma urbanización que Terelu, justo enfrente. Un ático dúplex enorme de 730 metros cuadrados que tiene piscina en la planta superior y ascensor. En el capítulo vimos como era este lujoso hogar del que María Teresa Campos se encaprichó y compró pero en el que nunca llegó a vivir.
Se gastó la friolera de 300.000 euros para reformarlo entero de arriba abajo y sentirse mucho más cómoda y estar al lado de su hija Terelu, pero con la llegada de Edmundo no le hizo falta y lo puso a la venta por 1,5 millones de euros. La matriarca tuvo que ir rebajando poco a poco el precio de este ático hasta dejarlo en 1,3 millones, que es el precio original del piso antes de la reforma. Según parece, ya lo habría vendido.
Un vestidor que vale una fortuna
María Teresa nos mostró uno de sus secretos mejor guardados: su vestidor. En él podemos encontrar vestidos de un sinfín de marcas como Dolce & Gabbana, Prada, Lacroix y una de sus pasiones, zapatos de la firma Manolo Blahnik. Destaca también de su armario su gran colección de zapatos, de los que alguna vez ha asegurado que es una de sus grandes herencias para sus hijas.
La Campos justifica que lo de los vestidos y los zapatos va ligado siempre a su profesión: «Me dedico a algo que no se dedican los demás. Tengo que cuidar la imagen». Ahora por lo menos ya ha frenado su consumo en moda: «Ahora estoy repitiendo cosas. Gasto menos en ropa». También confiesa que su mayor capricho es un bolso del que no quiere decir el precio, pero algunos bolsos de esa marca pueden llegar hasta cifras que superan los tres millones de pesetas.
La Zidane de la televisión
María Teresa Campos explicaba también de dónde había conseguido esa cantidad de dinero, cómo eran sus sueldos. A pesar de que fue una mujer muy bien pagada, sus inicios fueron muy diferentes: «Hasta los 52 años me he mantenido de trabajar fija en Televisión Española. Cobraba como 300.000 pesetas al mes y durante una época también cobraba extras por la publicidad».
Hasta que llegó el cambio y puedo hacerse con un sueldazo: «A partir del año 1996 me hacen un contrato de mucho dinero en televisión. En una entrevista me llegaron a decir que era la Zidane de la pequeña pantalla», explicaba en la última entrega de su docureality. Eso sí, nos contó la cifra que ganaba al principio pero a la hora de decir cuál era su sueldo en su mejor etapa se calló.
Me pone un iPhone 7 para llevar
Con motivo del cincuenta cumpleaños de su hija Carmen Borrego, la matriarca se fue de compras a un centro comercial para comprarle un regalo y no uno cualquiera. Una vez llegó a la tienda pidió un iPhone 7 con la mayor capacidad, 128 gigas. No tuvo tiempo prácticamente ni para saber qué compraba ni para saber el precio. Miró cuánto le iba a costar, le dijo a la dependienta que se lo pusiera mono y que lo pagaba con la tarjeta al contado. Estamos hablando de un teléfono que con estas características ronda los mil euros.
También aprovechó para comprarle unos vestidos a Terelu ya que para su cumpleaños no le regaló nada. Los vestidos que iba mirando la presentadora de Telecinco estaban entre los 150 y los 200 euros, algo baratito baratito. A todo este festín de regalos, Terelu se llevó una perrita nueva como regalo de su hermana Carmen Borrego.
¿Se sacarán el carnet?
Tanto Terelu como Carmen se sumaron a una divertida actividad para acabar de completar el quinto capítulo de esta segunda temporada. Se apuntaron a probar por un día en la autoescuela a ver si se sacaban el dichoso carnet. Carmen fue la más valiente en esto de conducir mientras que Terelu nos brindó con varios momentazos cagada de miedo frente al volante y en la parte de detrás cuando conducía su hermana.
Es que Terelu a sus 51 años no tiene carnet de conducir pero ha confesado haber comprado varios coches a lo largo de su vida para que fueran conducidos por otras personas. En ocasiones esos vehículos eran conducidos por sus parejas y en otras ocasiones tuvo coches para que fueran conducidos por algún chófer que la llevara de arriba para abajo en su frenético día a día.
Terelu busca nuevas formas de negocio
La colaboradora de ‘Sálvame’ se reunió durante el episodio con Pelayo Díaz, coach de ‘Cámbiame’ y posible futuro concursante de ‘Supervivientes 2017’. Terelu le explicó que desde hace un tiempo le han ofrecido en varias ocasiones escribir un blog, pero nunca se ha visto lo suficientemente capacitada para hacerlo ni con conocimientos para ello y por eso lo ha rechazado.
Pelayo le ha explicado que tiene que convertir las redes sociales en un negocio ya que de momento la hija de María Teresa Campos no es muy activa en ellas. Cuando le ha contado que por subir una foto a Instagram podría cobrar 10.000 o 20.000 euros, se le han abierto los ojos de par en par. En ese mismo momento Terelu se abrió una cuenta en esa misma red social.
Adoran las gafas
Las hermanas Campos aprovecharon una de sus mañanas para hacerse una revisión de la vista en la óptica. Tras vivir un momento surrealista y ver cómo les ponían esos grandes aparatos en los ojos u otro momento en el que Terelu no daba ni una con las letras del proyector, las hijas de María Teresa Campos tuvieron tiempo para comprar gafas y se volvieron absolutamente locas. Todas las gafas les parecían bonitas y cuanto más grandes fueran mejor.
Precisamente las Borrego Campos estaban en la óptica del ex marido de Terelu y padre de su única hija, allí coincidieron con él y le pidieron consejo, algo que vimos en pantalla y de forma muy excepcional porque al padre de su hija no le gusta nada lo de salir en los medios.
Rematando con el cumpleaños
Para rematar el capítulo, Terelu decidió prepararle una fiesta sorpresa a su hermana Carmen que cumplía 50 años. Aunque la pequeña de las dos ya sospechaba alguna cosa, se sorprendió al ver allí reunidos a amigos y familia entre los que se encontraban Kike Calleja, Chelo García Cortés, Isabel Rábago, Lara Dibildos o Juan Peña.
Agradecida y emocionada, Carmen Borrego recibió el regalo de su hermana: un anillo de brillantes que ponía la guinda de oro a este programa lleno de lujos y derroche de dinero. Eso sí, no se crean que Terelu afrontó ella sola el pago de ese anillo, una vez dado el regalo tuvo que ir pidiendo a cada uno de los invitados su parte del regalo que tocaban a 70 euros por cabeza.