La pareja sigue con su ajetreada vida social y, en esta ocasión, una patrulla policial se presentó en el local en el que estaban para comprobar que cumplían con el toque de queda.
A pesar del complicado momento sanitario que vive nuestro país, Victoria Federica sigue haciendo oídos sordos a las recomendaciones sanitarias para evitar la expansión de los contagios por Covid-19. Mientras su madre ha viajado hasta Emiratos Árabes para reencontrarse con su padre, el Rey Juan Carlos, la joven se ha quedado en Madrid disfrutando al máximo de sus amistades y de su relación con Jorge Bárcenas. Ajena al toque de atención que le dio su tío, el Rey Felipe VI, para que se mostrase más discreta con su vida social, la it girl, haciendo caso omiso, ha vuelto a las andadas.
Acompañada por su novio, la joven acudió a un local en el que se reunió con otros amigos. Tras varias horas, una patrulla de policía se presenció en el lugar para cerciorarse de que todo estaba correcto ya que sobrepasaban las doce de la noche, hora en la que la Comunidad de Madrid tiene establecido el toque de queda.
A la salida, Victoria se despidió de sus acompañantes muy cercana y cariñosa con dos besos sin respetar las medidas de distanciamiento social, una actitud sin duda muy poco preventiva contra la Covid-19. Una vez subida en el coche que conducía su pareja, la hija de la Infanta Elena intentó ocultar su rostro a los fotógrafos con el brazo en repetidas ocasiones para evitar que le pudieran hacer fotografías. Por su parte Jorge Bárcenas también ha recibido multitud de críticas por su actitud imprudente en estos complicados momentos de pandemia mundial.
Muy discreta, Victoria Federica ha preferido no desvelar detalles del viaje de su madre a Abu Dabi para visitar a su abuelo, Don Juan Carlos, que hace ya cuatro meses que abandonó nuestro país. Apasionada de la moda, la it girl lució pantalón acampanado negro, un elegante abrigo color burdeos y un mini bolso bandolera de Louis Vuitton.