Tras unos meses muy complicados, Josep María Mainat vuelve a sufrir un susto, esta vez en su segunda residencia, en la que se han colado Ángela Dobrowolsky y su pareja Gabriel. Tras el asalto la todavía mujer del productor fue detenida por los Mossos d’Esquadra en medio de la investigación que permanece abierta por el intento de asesinato a su marido.Mientras que Ángela y Gabriel se encuentran en los calabozos, el propio Josep María Mainat tuvo que presenciarse en la comisaría para formalizar la denuncia.
«He venido a hacer la denuncia, los Mossos me han dicho que no pueden actuar si el propietario no denuncia. Estoy aquí para denunciar lo que ha pasado, se los han llevado detenidos pero yo tenía que explicar lo que ha pasado».Cansado de esta situación, Mainat explicó a la salida de la comisaría cómo se había percatado del asalto en su domicilio de Canet del Mar. «Yo me he enterado por las cámaras que tienen detector de movimiento. Lo que yo he visto es que varias de las cámaras estaban desviadas. Después hemos llamado a los Mossos inmediatamente, ha ido todo muy rápido, al cabo de una hora me he enterado de quién era, dicen que era Gabriel pero no estoy seguro. Después de hablar con ellos y con los abogados se los han llevado detenidos y están aquí en el calabozo».
Como madre de sus hijos, Josep reconoce que está preocupado por el estado psicológico de Ángela ya que cree que las malas compañías no le están haciendo ningún bien. «Me preocupa, es verdad. Yo estoy seguro de que tiene algo pero en este tipo de cosas no se puede obligar a alguien a pedir ayuda si no quiere. Ojalá lo haga, ojalá pida ayuda. Tiene que recuperarse, en los próximos años tiene un juicio muy duro, tiene que encararlo con un buen estado de ánimo, como una persona sensata» explicó el productor a los medios allí reunidos.
A pesar de la gran repercusión mediática que está teniendo este caso, Mainat asegura que sus hijos no se han enterado de nada aunque sí que sospechan que no todo va bien. «Ellos no se han enterado de nada pero no son tontos. Notan que pasan cosas, que no ven a su madre, que no sé qué… de momento están tranquilos. Cuando vienen del colegio siempre miro a ver cómo llegan».