Adriana Abenia, operada de un «bulto sospechoso en el pecho»

Adriana Abenia, normalmente muy activa en redes sociales, llevaba una semana sin publicar nada en sus redes sociales. ¿El motivo? Un bulto que le detectaron en un pecho y por el que ha tenido que pasar por quirófano. Afortunadamente, todo ha quedado en un susto y, ahora, fiel a su sinceridad y cuando todo ha pasado, la reportera ha contado su experiencia con un emotivo texto para concienciar a sus seguidores de lo vital que es la prevención en cuanto a temas de salud se refiere.

Con una imagen en la que vemos a una desmejorada Adriana durante su estancia en el hospital, la periodista se «desnudaba» en la que a buen seguro ha sido una de sus publicaciones más complicadas: «No sabía si contarlo o no, pero siempre he procurado ser honesta con lo que siento y lo que hago, y con el fin de evitar especulaciones, prefiero decíroslo yo, puesto que habéis sido en todo momento muy respetuosos con mi vida. Hace poco me detectaron un bulto sospechoso en el pecho y, aunque cansada, la operación ha ido muy bien, de hecho he aprovechado para corregir el volumen perdido después de convertirme en mamá y aumentarlo un poquito. Gracias @imclinic por vuestro cariño y profesionalidad y a ti, Iván Mañero, por ayudarme a enfrentarme a este momento que tanto miedo me daba y dar color a un quirófano. Como os decía hace unos días, la mejor lucha es la detección temprana, no lo olvidemos. Os quiero y gracias a los pocos que ya lo sabíais y me habéis arropado como nunca. Sergio, es una suerte tenerte cerca, eres hogar. Luna, en nada podré volver a verte y jugar contigo, cuida de los abuelos»

Por suerte, todo ha quedado en un susto y, por lo que la propia Adriana confiesa, el bultito que le detectaron en un pecho es benigno y ha aprovechado para hacerse un pequeño retoque en esa parte del cuerpo, ya que tras convertirse en mamá de la pequeña Luna había perdido algo de volumen. Ahora, y en compañía de su marido, Sergio Abad – al que la reportera ha agradecido su apoyo y cariño – se recupera para estar, antes de lo que nos imaginamos, dando guerra nuevamente.