Después de varias semanas sin protagonizar ningún acto conjunto, los Reyes han reaparecido juntos para presidir la inauguración del nuevo Hospital Universitario de Toledo. Acompañados por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y por el presidente de Castilla- La Mancha, Emiliano García Page, entre otras autoridades, Don Felipe y Doña Letizia han llegado con un ligero retraso a la cita que inaugura una agenda laboral que esta semana les tendrá más presentes que nunca.
Para su visita a la capital manchega en uno de los peores momentos de la crisis sanitatia provocada por la pandemia del Covid-19, la Reina ha vuelto a recuperar un modelo de su extenso guardarropa – que le hemos visto hasta en cinco ocasiones – continuando con la política de austeridad y ahorro con la que está aportando su granito de arena a la complicada situación que está viviendo nuestro país. Doña Letizia, que lleva meses sin estrenar ninguna prenda, ha reciclado uno de sus conjuntos más «amortizados» de Felipe Varela, con el que ha recuperado su idilio después de una temporada en la que apenas la hemos visto vestida por el que es, sin duda, su diseñador fetiche.
Y es que, a juego con el Rey – con traje de chaqueta gris marengo y corbata en tonos lila – la monarca ha lucido su famoso conjunto de falda y chaqueta gris con bordados florales en color violeta de Felipe Varela que estrenó hace tres años, el día del desfile de las Fuerzas Armadas en 2017. Un elegante estilismo de lo más invernal compuesto por un dos piezas de lana con falda midi con volumen y una sofisticada parte de arriba que marca la perfecta figura de Doña Letizia gracias al cinturón que le da un toque moderno al sobrio conjunto. Un estilismo que la monarca ha completado con unos altísimos salones de ante azul marino y una cartera de mano en el mismo color. Una vez más, impecable.