La resaca de la bronca entre Mila Ximénez y María Teresa Campos arroja varias interesantes lecturas. La mayoritaria, solo en apariencia, dice que la ex de Manolo Santana aprovechó un debate sobre Mercedes Milá para cargar contra la presentadora por haber insinuado el tongo en su triunfo en Supervivientes. María Teresa, que afirmó que cuando entró en TVE admiraba mucho la labor de la presentadora de Convénzeme, salió en defensa de su compañera creando un ambiente tenso que motivó la espantá de Ximénez, que había arremetido contra la ex de Gran Hermano de esta forma: «Ni es la portavoz de nada, ni puede utilizar ese elemento como ataque porque si lo hace demuestra falta de argumentos, mala educación o fobia a los gordos».
María Teresa entonces estalló: «Yo no vengo a aquí a eso. Cuando me vaya dices lo que te dé la gana. Sé que te van a aplaudir (…) No me han dicho que es así el espacio. Trato a todo el mundo de la mejor manera posible y por eso soy criticada, por ser obsequiosa con la gente. Pero veo innecesario que hay que decir las cosas sin crear problemas. Y no estoy hablando de Mila, que no es el centro del universo. Llevo catorce años presentando programas y siempre he dejado libertad de expresión».
¿Qué motivó el enfado de la ex reina de las mañanas? Todas las teorías señalaron a que María Teresa llegó a un pacto con la cúpula de ‘Sálvame’ para cambiar su sección de la «defensora de la audiencia» por otra menos polémica, en este caso una nuevo espacio sobre actualidad. Pero lo que realmente motivó su enfado es la falta de compañerismo que sintió cuando ella abandonó Telecinco.
Recuerden, corría 2004 y la malagueña cambiaba su ‘Día a día’ de Telecinco por el ‘Cada día’ en Antena 3. En plena batalla, Telecinco se vengó del «gilipollas» que se desayunó Paolo Vasile por parte de la presentadora con una campaña perfectamente orquestada por ‘Aquí hay tomate’ contra la familia Campos. En las sobremesas de Telecinco María Teresa dejaba de ser intocable y durante mucho tiempo tuvo que sufrir vídeos sobre su estado físico en bañador o el famoso «pim pam» entre Pipi Estrada y su hija Terelu.
En esos momentos echó mucho de menos el compañerismo de Jorge Javier Vázquez, que con un silencio cómplice no evitó el linchamiento. Él ha intentado limpiar su conciencia años después señalando que tuvo broncas contra sus directores por estos citados vídeos, pero María Teresa Campos sigue creyendo que sus compañeros no estuvieron a la altura, en especial Ana Rosa Quintana.
En 2008, con la Campos de regreso a Telecinco, la malagueña promocionó el renovado La mirada crítica con una entrevista a Ana Rosa Quintana, ganadora de su pulso personal. El cara a cara de divas estaba servido y los reproches no tardaron en llegar. AR la comenzó así: «Esta entrevista tiene mucho morbo, para qué nos vamos a engañar, porque siempre se nos ha enfrentado. ¿Yo te caigo mal?».
Esa leyenda se remonta a los tiempos en que ni siquiera competíamos, yo hacía la mañana y tú la tarde. Hombre, algunos tiritos sí me has pegado». Pero lo más comentado de aquella entrevista fue sin duda el reproche de María Teresa Campos a su compañera: «Si tuviera alguna queja de ti, Ana Rosa, sólo te diría que en esos momentos terribles que yo he pasado, cuando se me insultaban de manera sistemática desde algún confidencial, me hubiera gustado que tú hubieras salido y hubieras dicho que me querías y que estabas conmigo, algo, que me consta por terceros, pensabas”, ha relatado la presentadora de “La mirada crítica.
Ana Rosa no se cortó con ella: «Creo que eres injusta. Yo en mi vida he contestado a un confidencial. Esa es mi política de comunicación. He mantenido un silencio respetuoso. Siempre he sentido admiración profesional por ti, aunque es verdad que nunca hemos tenido amistad personal. Si te sentiste abandonada por mi parte, lo siento».