Lola Orellana – nombrada así en honor a su abuela La Faraona – es la hija de Rosario Flores y el argentino Carlos Orellana. Miembro de una de las familias más importantes de España, ha decidido mantener su vida alejada de las cámaras y tener una rutina de vida totalmente normal.
Y es que han sido contadas las ocasiones en las que la hemos visto en un acto público. Una fue en la boda de Sara Verdasco y Juan Carmona; y después en el bautizo de Noah Sierra Furiase, el hijo de Elena.
1Un estilo de vida discreto
Lola Orellana, que celebró su cumpleaños número 24 el pasado mes de octubre, es la menos conocida de la familia Flores y siempre que puede intenta pasar desapercibida ante la prensa y medios de comunicación.
Sus padres terminaron su noviazgo en 1997, un año después del nacimiento de su hija, pero la relación entre ellos siempre ha sido amena. Ambos, Rosario y Carlos, son muy discretos; un aspecto que ha heredado su hija, que ha pasado gran parte de su vida estudiando fuera, en Londres, donde se ha formado como artista plástica.
Desde muy joven, y al contrario de sus primas Elena Furiase y Alba Flores -que siempre tuvieron muy claro que querían dedicarse al mundo del espectáculo – decidió que su camino no estaba en el mundo de la interpretación. Aún así, es una amante del arte; así podemos comprobarlo a través de su perfil de Instagram, donde la joven es muy activa. Cuenta con más de 7 mil seguidores, que están pendientes de los pasos de la nieta de la gran Lola Flores.