Cuando nadie apostaba ni un duro por lo suyo con Felipe, el entonces Príncipe de Asturias, Leitzia luchó contra viento y marea por seguir con él.
Los eméritos, Juan Carlos y Sofía, estuvieron al borde del síncope al conocer a la elegida por Felipe VI. Lo tenía todo: plebeya, divorciada y agnóstica reconocida… Lo ideal para el Heredero. Por eso hicieron lo posible por hundir la relación del tío de Felipe Juan Froilán de Todos los Santos con la periodista Ortiz Rocasolano.
Eso sí, jaleados, cual coro de grillos, por una altiva Cristina y una Elena de Borbón que, en realidad, estaba más a favor de apoyar a su hermano en las cosas del amor; que para eso tiene devoción por él.
Entonces los buenos de la película eran Jaime de Marichalar e Iñaki Urdangarin, prototipo de lo que cualquier madre quiere para sus hijas.
¡Ay! cómo cambia el cuento…Al final, el tiempo puso a cada uno en su sitio y lo que eran mieles para los cuñados de Felipe se ha transformado en hiel.
Esto es lo típico que se suele decir, que el tiempo pone a cada uno en su sitio y que todo llega. Y así lo pensó Letizia. Y ha sido verdad.
Ella es la que se ha impuesto en su matrimonio y en la Historia. Se ha convertido en Reina de todos los españoles y ha logrado -imponer- también que las cosas se hagan a su manera. Se respeta la vida privada de Leonor y Sofía, siguen haciendo escapadas como pareja o ella con sus amigas (fuera de agenda y de conocimiento público).
Pero sobre todo sigue resistiendo, ya ejerciendo como Reina, dentro de lo que ella bien podía llamar el ‘eje del mal.’ Un nombre idílico para aquellos que la dejaron en evidencia y la hicieron sufrir en distintos momentos. Su voluntad no era suficiente para cubrir sus carencias.
Ya sólo queda un último y pequeño escalón. El paso final para que Letizia disfrute y se regodee viendo algo muy difícil, que los Udangarín Borbón acaben pagando. Que la escisión de la Familia Real que, dicen, promovió Letizia toque meta. Les quitaron el ducado y ahora llega la sentencia.
Aquel grito, puño en alto, a lo Scarlett O´Hara, prometiéndose que pagarían caro los problemas y las trabas que Cristina le puso durante su formación como Princesa y Reina, se devolverán.
A pesar de las crisis, de las peleas y de las sonadas diferencias entre Felipe y Letizia, su matrimonio es el que está, de verdad, funcionando. Elena cesó la convivencia con Jaime y Cristina se ve obligada a cesarlo con Iñaki. Aunque sea por mandato judicial.
La sentencia del caso Noos y Cristina e Iñaki les deja en un ay… Una trama destapada hace once años que llega a su fin y ya se sabrá qué le depara a cada uno.
Pero una cosa es cierta, si todo en acaba en casi diez años de cárcel para Iñaki, habría que ver cómo sigue adelante un matrimonio que conoció las mieles del pasado en el seno de Casa Real, pero que, ahora, tendrán que verse de vez en cuando y recurrir a los vis a vis.
La venganza tan deseada por Letizia ha tomado ya forma…