Ha sido la noticia de la semana. O del mes. Isabel Pantoja Martín -hija- está casada con Alejandro Albalá Guerra. La exclusiva de la foto -ya pasada- la anunciaba en portada la revista Diez Minutos, una noticia que dejaba bloqueados a propios y extraños pues actualmente, tal y como podemos confirmar, Alejandro Albalá y Chabelita a pesar de ser marido y mujer ante la ley, ni están juntos ni se les espera nunca más.
La propia Isa Pantoja ha afirmado, a través de su círculo próximo, que sospecha que Alejandro Albalá ha sido el topo que ha podido vender de manera clandestina las fotos de su boda en México y además, está estudiando la posibilidad de demandar a la publicación que ha aireado unas instantáneas que se atañen absolutamente al ámbito privado e íntimo.
Cuentan que la reacción de Isabel Pantoja, su madre, ha sido de rayos, centellas y échate y no te menees. La tonadillera, cabreada como una mona, a regañadientes y como justificado la enésima gamberrada de un hijo travieso, ha confirmado que ella sí sabía positivamente que su hija estaba casada en México pero que lo consideraba «un juego de niños». Algo que lejos de ser ocioso o lúdico, más bien podría ocasionarles problemas ya que el hecho de que en su certificado de fe de vida -como españoles- consten aun como solteros significa que en nuestro país podrían volver a contraer matrimonio con otras personas, lo que incurriría en un delito de bigamia, tipificado en el artículo 217 del código penal con prisión de seis meses a un año. ¿A qué juegas, Isa?