El camino se hace andando. Y son muchas idas y vueltas las que ha dado Jorge Javier Vázquez para estar donde está. Él no es alto pero observa desde su pedestal. Un palco fijo en el que no mira por encima del hombro pero traza la línea cuando ve que alguien la intenta sobrepasar. Ayer se despachó a gusto contra Isabel Pantoja. Tiene millones de palabras escritas, miles de horas de televisión a sus espaldas y más de veinte años de trayectoria profesional pero aún así, Jorge se siente sensible y vulnerable ante las que considera injusticias.
La cadena de la que es presentador estrella no pasa por su mejor momento. Lo cierto es que él -y su equipo- fue quien trajo las mejores audiencias de la última década a la cadena de Fuencarral y dicen que su vuelta, precipitada, se debe precisamente a la profunda necesidad de un reflote. Gran Hermano vivió también sus horas bajas con la marcha de Mercedes Milà pero no toda la culpa fue del cambio de presentador: los contenidos, los personajes y las tramas han desilusionado al espectador. En su edición VIP, ni Toño, ni Terelu, ni Aída Nizar están salvando el hundimiento del programa estrella de Zeppelin TV y es precisamente por esto por lo que ayer, un Jorge Javier Vázquez crecido, venido arriba y de traje y corbata se mostraba flexible ante la posibilidad de que la cadena le propusiese pasar una semana en Guadalix. «Si la cadena para la que yo trabajo, Mediaset, decide que tengo que pasar una semana en Gran Hermano VIP, yo voy», afirmó el ex amigo de Maribel.