Ana de Armas se ha convertido en una de las actrices española (tiene doble nacionalidad cubana y española) que triunfa en Hollywood y todos sabemos que eso eleva y mucho la categoría de un actor. Seguramente la conociste cuando la mayoría gracias a su actuación en la serie El Internado del año 2007. Lo cierto es que a partir parecía que había desaparecido y que iba a convertirse en uno de esos rostros que olvidamos rápido. Pero la joven Ana de Armas estaba trabajando realmente duro. En el 2017, la vimos formar parte del reparto de la película Blade Runner 2049 y nos quedó claro que se había convertido en una estrella.
A Ana de Armas la veremos aparecer en la siguiente película de James Bond, la última en la que Daniel Craig dará vida a 007. Con Daniel Craig ya la hemos visto en la película de misterio Knives Out (Puñales por la espalda).
1Su relación con Ben Affleck en boca de todos
Sin embargo, ahora la actriz está en boca de toda la prensa no por su trabajo, sino por su recién descubierta relación con el también actor Ben Affleck, el último Batman. Las fotos en las que salen ambos haciéndose carantoñas típicas de enamorados en una playa de Cuba han confirmado la relación y despertado el interés de los medios.
Una de las cosas que llaman la atención es la diferencia de edad de la pareja, Ana de Armas tiene 32 (los cumple el 30 de abril) y Ben Affleck 16 más (47) pero eso no parece ser ningún inconveniente para ellos. La pareja se conoció durante el rodaje de la película Deep Water y parece ser que congeniaron mucho más allá de la ficción, dando inicio a una de las relaciones más mediáticas de los últimos tiempos.
Lo cierto es que la vida personal del actor siempre ha estado en el ojo de la prensa. Durante 13 años estuvo casado con la actriz, Jennifer Garner y tienen tres hijos Violet, Seraphina y Samuel. Pero las adicciones del actor pusieron fin al matrimonio que aún así procura mantener una buena relación. Ana de Armas ya conoce a los hijos de Affleck. De hecho la pareja vive junta y se les puede ver paseando a los perros o yendo a comprar en su urbanización, aunque los dos son muy discretos en lo que a su vida privada se refiere.
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