Podría ser la noticia del año. Tamara Falcó dice adiós a la revista que ha sido su álbum fotográfico durante años porque se siente traicionada. Idéntica opinión tiene Isabel Preysler. Ambas se quejan de que la revista ¡HOLA! no es que no las saque favorecidas, sino que publica sus peores imágenes para que luzcan excedidas de peso y poco agraciadas. ¿Estamos ante el fin de la alianza de la biblia rosa y los Preysler?
El cisma entre Tami y la publicación rosa se originó a raíz del último reportaje que protagonizó la celebrity para hablar de su aumento de peso. Un seguidor le dijo que una imagen de reciente publicación en Instagram estaba retocada ya que no se entendía que la diferencia de peso entre la imagen posteada por Tamara y las publicadas en la exclusiva de ¡HOLA! Así contestó la hija de Carlos Griñón sobre el asunto: “En la revista me sacaron focalizándose en mis peores ángulos. Hay miles de formas en las que una persona que está con sobrepeso puede sacarse partido. Esta foto está sin retocar y es de hace dos semanas. Os doy mi palabra. @andiega que es quien saca la foto, como buena fotógrafa, es la que ve cómo puedes salir más favorecida”.
Tamara Falcó no se para en jarras y continúa con sus explicaciones sobre el asunto de marras apuntando directamente a la revista: “Desafortunadamente, el reportaje que hice hace unas semanas se me presentó con esa intención pero después obligaron al fotógrafo a entregar las fotos sin que yo las hubiese visto, incluso amenazándole… Después me pidió perdón y me duele haber sido traicionada por una amiga. En fin… Cuando se lo conté a mi madre, me dijo: «Si me lo hicieron a mí cuando falleció tío Miguel… Imagínate ». Pero es verdad que aprovecharte de alguien cuando lo está pasando mal para vender más ejemplares, decepciona”.
Y tras dejar a ¡HOLA! con el culo al aire, Tamara decidió cerrar su blog, muy molesta por lo sucedido. No obstante, ella niega que estos hayan sido los motivos y alega a sus ganas de iniciar nuevos proyectos como el detonante de su marcha. Sin embargo, algo no cuadra en esta historia ya que la hija de Isabel Preysler mantiene en su Instagram la fotografía donde se explayaba a gusto contra la revista pero ha borrado la leyenda que la acompañaba. En fin, por más que diga, está claro su malestar con la publicación rosa y de hay que ya no desee continuar ejerciendo de bloguera para la misma.
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