El tremendo e indeleble desplante de la Reina Letizia a Belén Esteban

Cuando aterrizó el 1 de noviembre de 2003 delante del micrófono para dar en primera persona la noticia que todo el mundo esperaba no podía imaginar la que se le venía encima. Tan querida como odiada, tan admirada como envidiada, tan observada como copiada. Así es doña Letizia Ortiz. Con el paso del tiempo ha ido puliendo su estilo y sus formas pero hay algo que doña Letizia tiene y que supone la envidia de todas las mujeres sin distinción de clase, religión y nacionalidad: sus zapatos. Metalizados, grises, de ante, acharolados, transparentes, empolvados, grosella, celestes, gris perla, con hebilla, sin hebilla, abotinados, de cordones, burdeos, animal print. Stillettos, kitten heel, con tacón cuadrado, sin tacón, con tacón chupete, de cuña y hasta planos. De raso, de piel, de ante, de terciopelo, de charol, de vinilo. Con punta redonda, en punta, peep toes, con plataforma, sin ella y con maxiplataforma, con lazada y sin lazada. Con tiras y sin tiras. Mocasín, botín y manoletinas…. Y así hasta el infinito.

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Más de 300 ejemplares distintos ha podido contar esta revista a lo largo de estos quince años, desde que irrumpió en nuestra vida aquel frío 1 de noviembre. Su presencia de halo fresco en Casa Real supuso que todos pusiéramos nuestra mirada en ella y se escrudiñara cualquier gesto. Y por supuesto en su estilismo, concretamente en los zapatos. Al punto que se llegó a bautizar como “letizios” a los zapatos con plataforma que durante años usó con la intención de acortar la distancia de “altura” entre el entonces Príncipe Felipe y ella. Sólo hace un par de años que se bajó de ellos para no volverlos a recuperar de su armario. La reina es fan de la moda española y los zapatos de Magrit son los que más encuentras en su vestidor, y aunque poco a poco va dejando paso a otras marcas internacionales, hay que señalar que suele repetir modelo con bastante frecuencia, sobre todo los nude que llevan el nombre de su hija mayor, el modelo “Leonor”. Ya sabemos que pese a las obligaciones protocolarias la reina Letizia apuesta, con cada uno de sus looks, por la sencillez la innovación y sobre todo por la comodidad, pues suele pasar varias horas de pie sobre un mismo sitio. Sin embargo, y a pesar del inmenso armario que la reina posee, no hemos visto nunca a la reina consorte con los peep-toes que Belén Esteban le regaló hace ya años.