La Navidad es para pasarla en familia y un buen momento donde suavizar las tensiones familiares, pero este no es el caso de la familia Borbón-Urdangarín, cuyas tensiones siguen tan latentes que como la General Armada, “ni está ni se le espera”. Tal es así que estas fechas tan entrañables, y desde que saltaran las sospechas sobre el comportamiento “no ejemplar” de Iñaki Urdangarín, la Infanta Cristina y sus vástagos no han vuelto a pisar el Palacio de la Zarzuela, al menos públicamente.
Y estas Navidades nuevamente la Infanta Cristina las ha pasado en Vitoria, acompañada por la familia de su marido, que siguen apoyándoles y que se han convertido en su única familia, al punto que hasta la propia reina emérita, Doña Sofía, para no dificultar el difícil reinado de su hijo Felipe VI, no puede dejarse ver públicamente con su yerno e hija. Sobre todo después de aquel apoyo público que mostró al matrimonio durante su exilio en Washintong donde quedó patente que antes que reina es madre.
Esta situación sin embargo no afecta en absoluto al único apoyo “real” que cuenta la Infanta Cristina. Su hermana mayor la Infanta Elena, que también ha sufrido las consecuencias del huracán Letizia, ha sido la encargada de comprar y encargar a Papá Noel, los regalos a sus sobrinos, hijos de la ex duquesa de Palma.
La mañana de ayer, se pudo ver, a las hermanas, junto a Iñaki y los hijos de ambas en Vitoria, donde pasan estas fechas. En torno a las 13.00 h pasearon con absoluta normalidad por la plaza de La Virgen Blanca para tomar el aperitivo en el restaurante La Escotilla ante el asombro y el murmullo de los comensales que no daban crédito a tan real visita, a pesar de que es muy frecuente que el matrimonio pasee cerca de la casa familiar de Iñaki, pues su madre Claire Liebaert, reside cerca. La Infanta Elena tiene previsto regresar a Madrid el próximo 30 de diciembre, puesto que a partir de las 20.00h del viernes comienza el turno vacacional de Jaime Marichalar.