Son días convulsos para Belén Esteban. Los medios de comunicación en general analizan el desplome de audiencia de su última entrevista en televisión. Las cosas han cambiado de tal manera que, incluso, Jorge Javier Vázquez ha confesado que entiende que Belén esté empezando a dar muestras de agotamiento. El presentador, eso sí, confía en que la colaboradora estrella consiga recomponer sus piezas y hacer una regeneración. Un cambio total en un momento que parece imposible. Está claro que Belén pasa por su etapa más complicada en la que ya no suscita tanto interés, tal y como se puede observar en la curva de audiencia de su último (no) Belenazo.
Por eso ahora quienes están a su lado se muestran preocupados ante el desarrollo natural de los acontecimientos. Esta revista ha podido saber que, en privado, algunos de sus compañeros reconocen el hundimiento del Titanic. También en público, aunque con matices, hacen comentarios que evidencian el fin del ciclo. Como siempre, la más directa y sincera es Mila Ximénez.
Desde la portada de una revista, la colaboradora asegura que ve a Belén Esteban tocada y casi hundida, que no sabe cómo poder ayudarla: «Toño le ha destrozado la vida. La veo muy mal», reconoce durante un posado navideño en su casa. Las Redes hierven. Son muchos los que no entienden la bajada de pololos de quienes, en su tiempo, balbuceaban en contra de la contertuliana. Especial interés ponen en Mila, quien, desde su tribuna en Sálvame, llegó a decir: «Mírate en un espejo y piensa que si estás así ahora cómo estarás dentro de veinte años».
Una enfermedad que le persigue
En la entrevista, además, Mila desvela, por primera vez, que su hermano Manolo -conocido porque fue su representante televisivo durante Supervivientes- ha sufrido cáncer: «-Manolo ya sabía que tenía cáncer antes de que yo me fuera a ‘Supervivientes’, pero decidió llevarlo en secreto y posponer su operación para que yo pudiera ir a Honduras. Cuando llegué de la isla me dijo que se tenía que hacer una pequeña operación de unos pólipos. En cuanto vi que llevaba en el quirófano cuatro horas pregunté, y cuando me lo dijeron me volví loca. Llamé a Alba llorando: “Otra vez no, otro no”. Mila se refiere a su otra hermana. También fue víctima de la enfermedad, aunque también consiguió enfrentarse a ella.