Está siendo un fin de semana revuelto en el balneario de Panticosa. El pasado viernes, en directo desde el programa Sálvame Deluxe, se esperaba la expulsión de uno de los concursantes por decisión de la audiencia. Nada más lejos de la realidad. Las salidas de tono, la mala educación y la agresividad en ciertos momentos de Jordi Martín, hizo que la cúpula de La Fábrica de la Tele decidiese expulsar de manera disciplinaria al paparazzo.
Sometidos a pruebas y a debates, los aspirantes a la silla del programa más loco de Telecinco llevan una semana en la sierra de Huesca. La sospecha es clara y directa, y es que se conoce que Javier Tudela ha estado todos estos días con un teléfono móvil en su poder, algo que va contra las normas, pues, como en todo reality, los concursantes deben estar aislados. El contacto con el exterior puede hacerlo conocedor de lo que piensa el público, fraguar una estrategia diferente o recibir llamadas y consejos de amigos o familiares dándole apoyo y guiándolo según se observen y analicen las cosas desde fuera.
El hijo de Makoke ha sido pillado con un teléfono móvil dentro de su ropa interior y en conexión directa con el plató de Sálvame esta misma tarde, Kiko Matamoros, su «padre» en funciones tras 18 años al lado del chico que tiene 22, le ha invitado a que se vaya. «Asume las consecuencias, pide perdón a tus compañeros y la dirección y vete, Javier».
Finalmente la decisión de la dirección del programa ha sido expulsar de manera disciplinaria a Javier Tudela por haber incumplido las normas, haber mentido en reiteradas ocasiones y en general, haber ralentizado el ritmo del concurso omitiendo información y jugando con el trabajo del equipo y sus compañeros.