El pasado lunes Toño Sanchís intervenía vía telefónica en El Programa de Ana Rosa para aportar su opinión en torno a las polémicas declaraciones que los productores de ¡Más que baile! habían realizado sobre Belén Esteban. Sanchís avivó aún más la llama y afirmó que la de San Blas era bastante enemiga del esfuerzo, además aprovechó para recordar que “él no le debe un duro a nadie”. Ana Rosa Quintana, bajo el pretexto de la desigualdad de condiciones en un debate cuando el entrevistado se encuentra al teléfono, le brindó la posibilidad de sentarse en su famoso sofá para que se expresase “sin vetos ni cortapisas”. Sorprendentemente el manager ha aceptado la invitación.
La entrevista, efectivamente, va a tener lugar mañana y Toño se ha encargado de pactar una serie de condiciones para sentirse y sentarse cómodo en su llegada a Telecinco de cara a su primera entrevista televisada después de que saltase, hace ya un año, su conflicto con Belén Esteban. En primer lugar Toño será exclusivamente entrevistado por Ana Rosa Quintana y Joaquín Prat. Ningún colaborador intervendrá en la entrevista aunque entendemos y suponemos que después harán debate y comentarán sus respuestas. Además, Sanchís quiere evitar encontrarse con cualquier persona que trabaje para Sálvame: redactores, coordinadores, reporteros… Será maquillado y peinado en los departamentos específicos que se utilizan para recibir a los políticos -presidentes de Gobierno, presidentes de Comunidad Autónoma, ministros…-. En tercer lugar, el plató deberá convertirse en un espacio cerrado y ninguna de las puertas, ni siquiera las de seguridad, pueden permanecer abiertas mientras él se encuentre dentro, evitando así todo tipo de topos, filtros y móviles que puedan grabar su estancia en las instalaciones de Mediaset. Desde el programa Sálvame ya han confirmado que estarán preparados para la llegada de Toño y que ellos, por supuesto, van a hacer su trabajo, que no es otro que esperarlo e intentar preguntarle.