¿En qué se basa el matrimonio de la reina de Inglaterra? ¿Qué papel juega el duque de Edimburgo como marido de la reina? Te contamos las claves de una de las parejas más regias de la monarquía.
La reina Isabel de Inglaterra tuvo que esperar tres meses hasta que le concedieron el permiso para casarse con Felipe Mountbatten. La pareja aguantó y matrimoniaron en una ceremonia con la pompa y el boato de la época.
Isabel y Felipe tenían previsto pasar los primeros años de su matrimonio viviendo como una pareja normal. Ella, ejerciendo de ama de casa, y él, dedicado a su carrera de marino. La muerte del rey Jorge VI truncó sus idílicos planes.
Ser el marido de la reina de Inglaterra no es fácil. El duque de Edimburgo quiso que su esposa y sus hijos mantuvieran su apellido, Mountbatten. La soberana estaba de acuerdo pero cambió de opinión tras una larga conversación con su tío, el duque de Gales.
Felipe de Edimburgo se encargó de convertir Clarence House en un hogar para él y su familia a petición de su esposa. El deseo de la pareja era residir allí. Sin embargo, la reina decidió seguir los dictados de la corona y se instalaron en el palacio de Buckingham.
La reina Isabel estaba preocupada porque su marido no encontraba su lugar. De ahí que le propusiera estar en el comité que organizaba su coronación. Él dijo sí siempre y cuando tuviera el mando absoluto. La soberana asintió pero le pidió que no se volviera loco.
El duque de Edimburgo pidió a la soberana que tras ser coronada, no hiciera que tuviera que arrodillarse ante ella. Isabel no cedió y le dijo que no podía hacer excepciones. Eso marcó un antes y un después en el matrimonio.
Una mujer muy fogosa y pasional
A pesar de lo sobria que siempre se ha mostrado la monarca británica, en sus primeros años de matrimonio era una mujer muy apasionada. Se comenta que su marido a veces había llegado a quejarse de sus requerimientos.
Todo lo que hace el duque de Edimburgo debe notificarse al gobierno«, así se lo recordó Winston Churchill a la reina cuando se enteró de que Felipe estaba tomando clases de vuelo. Isabel le pidió a su primer ministro que hiciera la vista gorda porque bastante ahogado se sentía ya su esposo.
Isabel de Inglaterra siempre ejerce de reina. Da igual donde se encuentre, el caso es que tiene el papel interiorizado y la corona preside su vida. Esto afectó profundamente su relación marital, dado que el duque de Edimburgo se encuentra en una situación de inferioridad y su mujer jamás le ha tratado de igual a igual.
La larga lista de infidelidades del duque de Edimburgo es muy amplia. Empezó a desligarse del yugo matrimonial llevado por la monotonía de su vida. Tuvo que abandonar su profesión y se vio relegado a ejercer de consorte, sin voz ni voto.