No está siendo un final de año tranquilo para Kanye West. Recordemos que hace unas semanas era noticia porque, en un acto de inconsciencia, el rapero cargaba contra Beyoncé, Jay-Z, Drake y Hillary Clinton en pleno concierto. Show que duró exactamente 20 minutos. Tras marcharse del escenario golpeando fuertemente el micrófono contra el suelo, West fue hospitalizado por «una crisis de agotamiento». Este hecho hizo que tuviese que cancelar la gira de 21 conciertos que tenía pendientes en Estados Unidos.
La última excentricidad del rapero ha sido reunirse con el presidente electo, Donald Trump, en el rascacielos que lleva su nombre. Kanye West, siendo negro y de familia de inmigrantes, declaró que «no había votado pero que de haberlo hecho habría votado a Trump«. Lejos de la popularidad de Hillaty Clinton con este tipo de estrellas internacionales, al republicano le está costando la vida encontrar a artistas para que participen en su toma de posesión como presidente.
Beyoncé posee valores morales firmes que incluso la han hecho rechazar trabajos. Clint Eastwood le propuso ser la protagonista del remake de A star is born, trabajo que aceptó feliz y orgullosa hasta que el director de cine mostró su apoyo al candidato republicano contra el que luchaba Barack Obama en las últimas elecciones.
Katy Perry, Madonna, Beyoncé y Jay-Z entre otros, ofrecieron un concierto justo antes de la elecciones generales del 8 de noviembre en favor del voto femenino para la demócrata Hillary Clinton. El motivo de la reunión de West y Trump se desconoce pero no descartamos que el marido de Melania haya elegido a Kanye como punto de unión y socio en la conquista del pueblo afroamericano y le solicite, además, encabezar la gala de toma de posesión para acallar bocas.
En el encuentro, en el vestíbulo de la Torre Trump, Kanye West se ha limitado a posar sonriente con el pelo teñido de rubio en honor a su presidente, y el presidente electo ha sido quien ha tomado la palabra y ha hablando refiriéndose al rapero como «un buen hombre».
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