La que fuera una de las mejores tenistas de nuestro país se enfrenta a la elevada cantidad que su exmarido, Josep Santacana, le solicita como pensión alimenticia de los dos niños que tienen en común. Arantxa ya ha declarado que hará todo lo posible para evitar pagar esa cifra que, a su juicio, considera desmedida.
El divorcio entre Arantxa Sáncghez Vicario y Josep Santacana podría calificarse como uno de los más duros a nivel legal. El mediático matrimonio, desde que tomara la decisión de separase a principios de 2018, ha protagonizado un despiadado litigio en los juzgados por el reparto del patrimonio y de la custodia de los dos niños que ambos tienen en común.
La primera de las trabas, aún sin dar comienzo el proceso judicial, era por el lugar donde debía celebrarse. Arantxa solicitaba que fuera en Miami, lugar en el que residían antes de tomar caminos separados, y Josep, sin embargo, pretendía que se celebrara en Barcelona, lugar donde interpuso la demanda de divorcio. En cada caso, el lugar solicitado para llevar a cabo los trámites legales beneficiaba a los implicados. Finalmente, el azar -y una gran lucha entre abogados- quiso que el juicio tuviera lugar en Barcelona, el primer varapalo para la extenista.
Poco queda ya de su fortuna como deportista de élite
Este año se hacía pública la sentencia de divorcio, que otorgaba a la expareja la custodia compartida de los menores, y no a Santacana en exclusividad, como él solicitaba. No obstante, Arantxa deberá hacerse cargo de la manutención de los niños y pasarle una pensión mensual al que fuera su marido de 720 dólares al mes, tal y como ha dictaminado un juez de Miami. Este importe se calcula, teóricamente, haciendo un estudio de los ingresos de cada excónyuge y asignándoles, por tanto, una cantidad proporcional en concepto de pensión de alimentos.
La extenista, por su parte, ya ha manifestado su opinión sobre la cantidad que le solicita el empresario, considerando que se trata de una cifra desorbitada. Vicario sostiene estar arruinada, pues poco queda ya de aquel cuantioso patrimonio que adquirió en su época de deportista de élite, por lo tanto, la estimación para la manutención elaborada a raíz de ese patrimonio sería erróneo. La catalana ha hecho saber a su entorno que intentará por todos los medios no tener que pagar esta cifra a su exmarido y buscar, por cualquier vía, el modo de recurrir la elevada cantidad.