No es habitual que Casa Real se mezcle en asuntos mundanos. No es común que den un golpe en la mesa y digan basta. Que exploten ante las continuas informaciones que inundan medios virtuales, Tampoco que pongan fin a los minutos radiofónicos y televisivos. Pero todo tiene un límite.
El próximo martes, María Patricia M.S se sentará en el banquillo de la Audiencia Nacional acusada de haber vertido injurias, calumnias y vejaciones contra la Reina en las redes sociales. Los hechos, constitutivos de delito, ocurrieron de manera continuada durante el mes de julio de 2015 cuando María Patricia aseguró que doña Letizia estaba cometiendo una estafa al encubrir la supuesta inexistencia de sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Para ello, según su testimonio, utilizaba unas niñas anónimas con residencia en el barrio madrileño de Moratalaz.
Niñas a la que vestían de manera adecuada para fotografiarlas antes de devolverlas a su domicilio con otros progenitores. Pero no solo difundió semejante barbaridad a traves de varias cuentas ligadas a la misma IP. En días sucesivos llegó a explicar que la Reina cobraba un sobre sueldo en B por ejercer de escaparate humano. Es decir, por hacer publicidad encubierta de la ropa y complementos que luce.
Unas palabras que le pueden salir muy caras
Por estas y otras afirmaciones que en esta revista hemos decidido no reproducir por respeto a la Institución, la fiscal Susana Laneras solicita una multa de doce meses a razón de 20 euros diarios. Lo que le supondrá a esta mujer una cuantía de 7.200 euros en caso de que, finalmente, se establezca que ha cometido un delito y que, al final, ni la acusación ni la fiscalía deciden retirarle los cargos. Habrá que esperar hasta entonces.