La vida da muchas vueltas, y en un determinado momento podemos encontrarnos en una situación financiera difícil. Ya sea por gastos inesperados, por nuevos proyectos o simplemente por querernos dar un capricho, hay veces que necesitamos disponer de cantidades de dinero algo elevadas que no tenemos. Es entonces cuando entran en juego las soluciones de financiación en forma de créditos y préstamos, que suelen ser concedidos por bancos y entidades crediticias.
Pero ¿qué pasa si no podemos devolver el dinero de un préstamo a tiempo? Pues que entramos en una situación de impago o morosidad, una situación que puede ser de corto plazo solucionándose con un simple ingreso o transferencia desde otra cuenta, o de más envergadura en el caso de no disponer del dinero para hacer frente a la deuda.
En este último caso, lo mejor es anticiparse y prever el impago, y en el caso de no disponer del dinero necesario, negociar con la entidad bancaria o crediticia antes de caer en impagos, para conseguir una carencia en la devolución del préstamo (una prórroga de unos días o meses en el pago), una reducción de la cuota con prolongación del plazo de devolución, una quita de una parte de la deuda o cualquier otra solución que satisfaga tanto a prestamista como prestatario.
La entidad a la que debemos dinero siempre va a preferir llegar a un acuerdo con el deudor antes que dar por perdido el cobro de la deuda, así que siempre estarán dispuestos a negociar la devolución del préstamo.
Pero en el caso en que no se llegue a un acuerdo o que no se hayan podido comunicar las partes y el impago se produzca, podemos ser incluidos en un fichero de morosos, normalmente Asnef (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito), donde las entidades registran las deudas impagadas para que puedan ser consultadas por otras entidades. Estar en Asnef supone un gran problema, ya que normalmente estaremos vetados a la concesión de nuevos préstamos y lo tendremos difícil para encontrar nueva financiación.
Hay que tener en cuenta que, al margen de inclusiones totalmente justificadas, también podemos estar incluidos en un fichero de morosos por error, por pequeñas deudas o por causa injustificada. Por ejemplo, en el caso de una deuda con la que no estamos de acuerdo, como una factura de una operadora telefónica o de Internet que nos hemos negado a pagar tras la baja del servicio o por conceptos erróneos o no disfrutados, aunque se trate de pequeñas cantidades como 100 o 200 €, pueden ocasionar que se nos incluya en un registro de impagados. Solo tras la reclamación y solución del conflicto podemos conseguir que nos borren del registro de morosos, lo que puede tardar meses e incluso años.
Pero aunque estemos listados en registros de morosidad, todavía hay entidades que conceden préstamos con Asnef, aunque suelen tener limitaciones como que la deuda impagada no supere ciertas cantidades, como los 2000 €, lo que nos puede dar un respiro en el caso de necesitar dinero adicional al que ya nos han prestado.
Así, directamente o a través de webs de comparación online, podemos acceder a entidades que sí que prestan dinero estando en Asnef, como las siguientes:
- Holadinero concede entre 50 y 1000 € para devolver entre 7 y 61 días, con el primer crédito gratis hasta 1000 €, puedes estar en Asnef, pero la deuda no ha de ser de origen bancario o financiero ni superar los 1500 €.
- Lendora acepta Asnef y tiene primer crédito rápido gratis entre 50 y 1000 € a devolver entre 2 y 3 meses.
- Con Mi Solvencia puedes pedir entre 50 y 300.000 € para devolver entre 7 días y 60 meses, aunque estés en Asnef, siempre que la deuda no supere los 2000 €.
- En Cashper puedes pedir créditos sin nómina, aunque estés en Asnef, entre 50 y 600 € a devolver hasta en 30 días.