Rocío Osorno contundente mensaje sobre las redes sociales
Rocío Osorno es una reconocida influencer y empresaria, que ha conseguido labrarse un lugar en el mundo de la moda y la belleza. Esta celebridad, sin embargo, no tiene reparos en compartir su opinión sobre el impacto de las redes sociales en la vida de las personas. Durante una reciente entrevista, fue clara al señalar que muchos viven inmersos en la vida de otros, descuidando la suya.
«Es una burbuja que va a explotar en cualquier momento», afirma, convencida de que la adicción a las redes está llevando a las personas a desconectarse de la realidad. Para la influencer, las plataformas digitales pueden ser adictivas y hay que tratarlas con cierto respeto. En una entrevista no dudó en mostrar su opinión dicotómica en torno al tema.
El impacto del divorcio con Coco Robatto
Las redes sociales provocan adicción pero también pueden ser una herramienta maravillosa para crecer profesionalmente. Esto lo sabe Rocío Osorno, que ha sabido aprovechar este medio para hacer crecer su marca personal. En la entrevista también abordó el tema de su separación con Jacobo (Coco) Robatto, una etapa que describe como difícil, pero superada por el bien de sus hijos.
«Hubo un momento de guerra, pero lo hicimos todo por los niños», confiesa, y destaca que la prioridad siempre fue mantener la armonía familiar. A pesar de las tensiones iniciales, su relación con Robatto ha evolucionado de forma positiva, tanto que incluso pasan las vacaciones juntos. Este esfuerzo conjunto por mantener la paz familiar es algo que Rocío destaca como fundamental para el bienestar de sus hijos.
La evolución de su carrera como influencer
Osorno recuerda sus inicios en el mundo de las redes, una época en la que ser influencer era visto como algo fuera de lo común. A pesar de las dificultades, su perseverancia ha dado frutos. «Soy muy trabajadora, pero también me considero afortunada», afirma. La influencer señala que hoy en día, la profesión ha cambiado drásticamente, y que hay más influencers que usuarios, lo que genera una especie de competencia desmedida.
Además, es un trabajo a tiempo completo: «Desde que te levantas, estás con la pantallita, yo tengo días de 10 u 11 horas de móvil. A veces piensas incluso ‘mi vida es una mierda'». Pese a ello, Osorno afirma que sigue disfrutando de su trabajo («me gusta lo que hago», dice) aunque reconoce que el éxito en este medio tiene un coste en términos de tiempo y esfuerzo.