Un romance sorprendente ha emergido en el panorama mediático y político español, protagonizado por dos figuras que, en principio, parecerían tener poco en común. Jordi Évole, conocido periodista y presentador de La Sexta, y Anna Gabriel, exdiputada de la CUP, estarían manteniendo una relación sentimental que, según las últimas informaciones, se habría mantenido en secreto durante cuatro años. Esta revelación ha sido hecha por el programa de Catalunya Ràdio, Que no surti d’aqui (Que no salga de aquí), y ha sacudido tanto a la política como a los medios de comunicación.
Anna Gabriel, la rebelde de la CUP, y Évole, el enfant terrible de la televisión, habrían llevado su relación con gran discreción, hasta que este fin de semana decidieron mostrarse en público en la Fiesta Mayor de Sallent, un pequeño pueblo en Barcelona, de donde es originaria Gabriel. Según la comunicadora Juliana Canet, ambos fueron vistos en actitud cariñosa, sin intentar ocultarse. «Cogieron su vaso de plástico reutilizable y decidieron ir a la fiesta», afirmó Canet, añadiendo un toque humorístico a la noticia que ha dejado a más de uno boquiabierto. La pregunta que surge es: ¿cómo dos figuras tan distantes, una marcada por su activismo político radical y el otro por su carrera televisiva, pueden unir sus mundos?
No olvidemos que Anna Gabriel no ha sido ajena al escrutinio público. En diciembre de 2017, el Tribunal Supremo español abrió una investigación en su contra por delitos de rebelión, lo que la llevó a huir a Suiza, donde ha residido desde entonces. Mientras tanto, Jordi Évole ha vivido entre Barcelona y Madrid, consolidando su carrera como uno de los periodistas más influyentes de España. Esta relación, de confirmarse, representa una extraña conexión entre el mundo mediático y el activismo político de izquierda, dos esferas que, en apariencia, parecían irreconciliables.
Évole es bien conocido por su papel como El Follonero en el programa de Andreu Buenafuente, y más tarde por su éxito como presentador de Salvados, un programa que se consolidó como una de las apuestas más fuertes de La Sexta durante más de una década. Después de su salida como presentador, el programa ha sido liderado por Gonzo, pero Évole sigue siendo una figura clave en la televisión española gracias a su productora Producciones del Barrio, que ha generado contenidos tanto nacionales como internacionales. Entre sus proyectos más destacados se encuentra el documental Mr. Trump, disculpe las molestias, que llegó a emitirse en Telemundo, y la producción sobre la vida de Rita Barberá.
Sin embargo, los últimos años no han sido tan fructíferos para su productora como los primeros. Évole reconoció en una entrevista reciente que el balance financiero de 2023 de su empresa no fue positivo, con una disminución del 19,6% en los ingresos en comparación con el año anterior. A pesar de ello, Producciones del Barrio sigue dando empleo a 65 personas y mantiene varios proyectos en desarrollo. El catalán, siempre versátil, ha sabido moverse en el mundo empresarial sin dejar de lado su compromiso con el periodismo crítico.
Un contraste entre política y medios
La noticia de este romance ha generado interés no solo por las figuras implicadas, sino también por lo que ambos representan. Mientras que Anna Gabriel ha sido una de las caras más visibles del independentismo catalán y la izquierda radical, Jordi Évole ha sido un crítico tanto de la política tradicional como de los excesos de las nuevas fuerzas. Esta relación, de confirmarse, podría ser vista como una especie de fusión entre dos formas muy distintas de ver el mundo, pero también como un ejemplo de que, en cuestiones del corazón, las ideologías quedan en segundo plano.
A nivel mediático, la conexión entre el Grupo Godó y la CUP, dos entidades que normalmente estarían en extremos opuestos del espectro político y comunicativo, añade una capa adicional de interés. La Vanguardia, diario en el que Évole escribe columnas de opinión, forma parte del grupo editorial que tradicionalmente ha mantenido una postura más moderada y cercana a los poderes establecidos, mientras que Gabriel ha sido una voz crítica contra esos mismos poderes.
Hasta ahora, tanto Jordi Évole como Anna Gabriel han evitado hacer declaraciones sobre su relación. Sin embargo, la atención que esta historia ha generado en los medios y en las redes sociales podría presionar a la pareja para que se pronuncien. ¿Seguirán manteniendo su vida privada al margen del foco mediático, o eventualmente saldrán a confirmar los rumores.
Anna Gabriel y Jordi Évole
Lo que está claro es que esta relación ha despertado una curiosidad desmedida entre el público. La mezcla de dos figuras públicas tan distintas y el secretismo que han mantenido durante años ha resultado en un cóctel mediático irresistible. Más allá de lo personal, la combinación de los mundos de la comunicación y la política añade un elemento adicional que invita a la reflexión sobre cómo las relaciones humanas pueden trascender fronteras ideológicas y mediáticas.
El supuesto romance entre Jordi Évole y Anna Gabriel no solo ha sorprendido a muchos, sino que ha abierto una puerta a nuevas narrativas sobre cómo interactúan y se entrelazan las esferas del poder, los medios y la política en España. Mientras esperamos declaraciones oficiales, este romance ya ha dejado una marca en la agenda mediática, y seguirá siendo motivo de conversación en las semanas venideras.